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Ocupad Mallorca

Al AzarPor Matías VallésSi reaccionas con facilidad a los insultos, no eres muy mallorquín. De gran dureza habrán sido los agravios, para que haya aflorado una...

Si reaccionas con facilidad a los insultos, no eres muy mallorquín. De gran dureza habrán sido los agravios, para que haya aflorado una tímida sensibilidad reivindicativa. Repeler las agresiones y la desnaturalización desde la ironía anima al colectivo Ciutat per qui l'habita.

Esta denominación debería ser una perogrullada, pero en la Palma expropiada adquiere visos revolucionarios. En la misma línea, el furor de los datos ha disparado a Terraferida, que de paso ha insuflado nueva vida al Gob acosado por los animalistas. Y la plataforma Avançam se enfrenta en Son Sant Joan a la siniestra empresa aeroportuaria, bajo el impecable eslogan "Mallorca posa les platges, Aena se'n duu els doblers".

La particularidad de los colectivos citados reside en su rechazo a un pesimismo entreguista. Es probable que la situación de la isla sea irreversible, pero se siguen convocando parodias de la rendición de Ciutat a las franquicias, como el vermut en es Born. Terraferida no se bautizó Terramorta, aunque nadie podría reprochárselo. Avançam no ha elegido la denominación más exacta de Retrocedim. Frente a un Govern llorón y su vergonzosa "sensación de saturación", núcleos ciudadanos minúsculos enarbolan la bandera de la dignidad. Por algo se empieza, aunque no puedan evitar que nos embuchen cien mil coches de alquiler, intente algo semejante en Córcega.

Ni la resignación culpable del Govern, ni el solipsismo de quienes se limitan a encerrarse en sus casas para ceder la isla a los vándalos, con sus cipayos inmobiliarios y legales. La retirada pesimista no es la respuesta. Ocupad Mallorca, igual que hubo un Occupy Wall Street. Ya es hora de pasearnos a cuerpo. Cada bañista mallorquín que entorpece con su toalla la asquerosa conversión de las playas en aparcamiento de velomares y chiringuitos, es un héroe que retrasa el colapso. Hemos vivido décadas acomplejados por los extranjeros y sus esbirros locales, bajo la premisa falsa de que la alternativa es la inanición. Queridos burgueses, la isla todavía os pertenece, mañana quizás no podáis decir lo mismo.

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