La ley del alquiler turístico sigue en el aire a 24 horas votarse en el pleno. PSIB y Més siguen negociando para que Podemos permita que prospere el punto más esencial de la norma, que deja en manos de los consells el futuro del alquiler de pisos a turistas.

Si los partidos del Govern no arañan, al menos, una abstención de sus socios, la ley se limitaría al alquiler de casas, chalets y adosados y dejaría fuera las viviendas en fincas plurifamiliares, cuya regulación es el principal objetivo de esta norma y uno de los principales retos de esta legislatura.

Podemos insiste en declarar en la ley la "emergencia habitacional" en el centro de Palma y en Eivissa para prohibir en estas áreas el arrendamiento a turistas, a lo que se oponen PSIB y Més por invadir competencias de los consells y por abordar un problema que pretenden resolver con la futura ley de Vivienda. Los partidos siguen negociando para tratar de salvar el principal objeto de la ley y sacar adelante la regulación del alquiler turístico en pisos.