Los niños saharauis que llegaron a principios de este mes para disfrutar de las Vacances de Pau pasaron ayer una revisión médica. Las familias de acogida de la Associació d'Amics del Poble Sahrauí de les Illes Balears (AAPSIB) acompañaron a 16 jóvenes al Centro de Salud de Son Ferriol para detectar cualquier anomalía sanitaria. "Es posible que tengan problemas por la mala alimentación que tienen en el campo de refugiados en el que viven durante el año", explica la consellera de Salud, Patricia Gómez.

Aunque durante el día de ayer no hubo problemas, la consellera comentó que "en el caso de que se identifique algo malo, los jóvenes serían derivados al especialista correspondiente".

Esta es la primera experiencia en Mallorca para los niños que pasaron ayer por Son Ferriol. El cambio de situación para estos niños se notó claramente en el Centro de Salud, donde se pudieron ver algunas caras de miedo. Alguno de los jóvenes llegaron a pensar, incluso, que debían pasar por quirófano. Pero tras pasar la revisión médica todo fueron sonrisas entre los chavales.

Pese a que los padres consideran que esta nueva experiencia es "gratificante", según dice Jorge Tena, uno de los miembros de AAPSIB, es verdad que surgen algunos problemas al principio. "Los niños sienten algo de nostalgia durante los primeros días y a veces la comunicación es difícil, igual que el hecho de aprender las costumbres de cada uno", relata Tena.

Aún así, el padre considera que este tipo de actividades de acogida son "100% recomendables". "Es muy divertido ver lo bien que se lo pasan los niños cuando ven una piscina o el mar, es lo que más les gusta", explica. El caso es que estos jóvenes no han visto grandes masas de agua, más allá de algunos depósitos del campamento de refugiados donde también se bañan para soportar el calor del desierto.

Justamente el calor es una de las motivos esenciales de estas Vacances de Pau. "Además de que los niños pasen un verano divertido y una revisión médica, una parte importante es que puedan escapar de los más de cincuenta grados que se sufren en el campamento", explica Rosselló. "Esa zona recibe el nombre de hamada porque es un sitio inhóspito lleno de piedras que se encuentra bajo el sol", argumenta la presidenta de la AAPSIB.

Desde la asociación explican que "los saharauis se asentaron en esa zona porque Marruecos les perseguía". "Solo podían escapar hacia Argelia, donde el gobierno les cedió el trozo de desierto para montar el campamento", apuntan. En este contexto, Catalina Rosselló pide que "el Estado español actúe para ayudar al Sáhara a celebrar su referéndum".

Así, en esta situación, la ayuda médica en el campo de refugiados es necesaria. Los niños pasan una revisión en Mallorca, pero seguirán necesitando atención durante el resto del año. Es por eso que Mulay Ahmed, un urólogo saharaui, también ha venido este verano. "Necesito aprendizaje continuado para ayudar a mi gente", declara Ahmed. El médico recibirá formación durante estos dos meses en los hospitales de Son Espases y Son Llàtzer. Ahmed, pero, no es nuevo en esta situación. Lleva diez años colaborando con AAPSIB aunque este sea su primer verano en Mallorca.