Un empresario de la restauración, que dirige un restaurante situado en la carretera de sa Calobra, ha sido condenado por explotar a sus trabajadores. En concreto, tendrá que cumplir una condena de ocho meses de prisión y el pago de una multa. Pero, además, también se le ha inhabilitado para que no pueda desarrollar su profesión durante ocho meses. Al mismo tiempo, tendrá que indemnizar a los trabajadores que explotó. Así lo ha determinado la Audiencia de Palma, que confirma una sentencia anterior del juzgado de lo penal.

Los jueces declaran probado que el acusado, al iniciarse la temporada turística del año 2013, se aprovechó de la situación de precariedad laboral de sus ocho empleados extranjeros. Así, el acusado hizo constar en el contrato de trabajo que uno de ellos realizaría una jornada semanal de 40 horas, pero para el resto de empleados era de 20 horas. Esta jornada no se ajustaba a la verdad, puesto que todos los empleados trabajaban cada semana una media de 60 horas. Este exceso de trabajo no se traducía después en un aumento del sueldo, ni tampoco se contabilizaban para las vacaciones.

El tribunal detalla que estos empleados extranjeros solamente disfrutaban de un día de descanso semanal. El empresario hacía constar que a sus trabajadores les pagaba un salario mensual muy por encima del que realmente recibían. Por cada día de trabajo, por jornadas que en ocasiones alcanzaban las diez horas, el empresario únicamente pagaba 25 euros a cada uno de sus empleados. La sentencia no descarta que hubiera hecho lo mismo en las temporadas anteriores.