La gratuidad del túnel de Sóller 20 años después de su apertura, supondrá un nuevo cambio para una localidad que transmutó ya por aquel entonces. Uno de los municipios de la isla más visitados por los turistas deberá afrontar el aumento de visitantes extranjeros que llegará después del alud inicial de curiosos de la isla.

El alcalde de Sóller, Jaume Servera, ya pidió hace un año al desvelar este diario los planes del Consell de acabar con el peaje, que la gratuidad llegará antes o después del verano para que no coincidiera con los meses de mayor afluencia turística.

Ahora, el ayuntamiento busca y negocia la compra de solares urbanos y rústicos en el municipio para habilitar aparcamientos que puedan absorber la previsible llegada en masa de vehículos de toda la isla que quieran visitar el pueblo aprovechando la gratuidad de la infraestructura. Cerrar una operación está resultado complicado, pues por planes urbanísticos o por precio, el Ayuntamiento del valle no ha podido asumir ninguna de las ofertas recibidas por diversos propietarios.

En la actualidad, Sóller cuenta sólo con cinco aparcamientos en el centro: el de Camí des Cetre, el de la Gran Vía, el del carrer de sa Romaguera, el de la plaça d'Antoni Maura, y el aparcamiento subterráneo de sa Calatrava. Sin embargo, en la actualidad sus plazas ya quedan habitualmente desbordadas en los meses de verano, cuando también quedan sin plazas las principales arterias.

Optimismo en el pueblo

Sóller acumula en la última década numerosas reformas circulatorias, con cambios de sentido de las principales calles del centro, para tratar de descongestionar el tráfico. La última reforma, iniciada el pasado mes de abril, ha hecho inevitable grandes rodeos en el pueblo para desplazarse en coche de un punto a otro con el objetivo de sacar tráfico del centro.

La gratuidad del túnel y la llegada de vehículos complicará la circulación por el pueblo, que sin embargo mira con optimismo que se haga realidad una reivindicación social de una década.

Además de sus efectos en el tráfico, ayuntamiento y vecinos de Sóller confían en que esta etapa suponga un impulso a la actividad económica del municipio. Además del aumento de visitantes, la gratuidad del túnel supondrá una rebaja en los costes de transporte, por ejemplo, de los productos agrícolas de la cooperativa agraria de Sant Bartomeu.