Seis de cada diez viviendas que se proyectan en Mallorca son chalés o adosados, con unos precios que quedan por encima de lo que el bolsillo medio de los isleños puede abonar. Y en relación a los plurifamiliares que se edifican en estos momentos, tanto promotores como aparejadores reconocen que en su mayoría se trata de un producto destinado también a un consumidor de nivel alto.

Según los datos facilitados por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, durante el primer semestre de este año se han visado en Mallorca proyectos para la futura edificación de 741 viviendas. De ellas, 334 son unifamiliares y 124 adosadas. Las plurifamiliares se limitan a 283.

En conjunto, los datos de los aparejadores muestran una reactivación del mercado residencial en la isla, dado que esta cifra de 741 viviendas en seis meses supone 44 más que durante el mismo periodo de 2016.

Sin embargo, este aumento se consigue exclusivamente a costa de los inmuebles de más alta gama, dado que crecen los chalés y descienden los plurifamiliares. En concreto, durante el primer semestre del pasado año se contabilizaron los visados de 227 unifamiliares, 101 adosados y 369 plurifamiliares.

Un aspecto a tener en cuenta es que la cifra de viviendas visadas durante el primer semestre de este año más que duplica la de 2014 (331 residencias), el peor ejercicio en esta materia, pero queda muy lejos de las 5.820 que se contabilizaron durante ese mismo periodo de 2007.

Distribución por municipios

Un aspecto a destacar es la ausencia de proyectos para edificar nuevos plurifamiliares en municipios de la importancia de Manacor, Inca o Llucmajor, en los que solo aparecen visados para chalés y adosados.

Palma es, lógicamente, la población con mayor número de viviendas en edificios plurifamiliares, con 157, a los que se suman 38 chalés y 26 adosados. En Calvià se han visado 42 unifamiliares y solo cinco plurifamiliares.