El 'ladrillo' mallorquín ha recibido durante los cinco primeros meses de este año una inyección de 322,3 millones de euros. Eso supone que la inversión privada en la contrucción que se realiza en la isla está creciendo a un ritmo del 24,9% respecto al año anterior, una tasa que supone multiplicar por seis el incremento que está registrando en este momento la economía balear, cifrado por el Govern en torno a un 3,8%.

Los datos facilitados por la patronal balear de la construcción (sustentados en los que les facilita el Colegio de Arquitectos) reflejan perfectamente la intensidad con que este sector se está recuperando de la durísima crisis registrada durante los últimos años, aunque siga lejos de las cifras que mostraba durante los años de la 'burbuja inmobiliaria'.

La edificación de vivienda es el principal pilar sobre el que se sustenta la entrada de capital en el sector, con 220,3 millones de euros entre enero y mayo de 2017, un 22,4% más que durante el mismo periodo de 2016.

Pero si alguien piensa que este impulso va a aliviar las dificultades actualmente existentes para las familias mallorquinas a la hora de acceder a una primera residencia, que lo olvide. Esta construcción residencial se sustenta principalmente en proyectos de alta gama, chalés sobre todo, fuera del alcance del bolsillo medio de los isleños, según apunta la directora de la citada organización empresarial, Sandra Verger. Es decir, se proyectan viviendas que conllevan una alta inversión y cuyo precio va a ser aun más elevado.

La inversión turística es la segunda pata que soporta esta intensa reactivación en Mallorca, con 85,1 millones de euros en cinco meses y un incremento superior a la media del sector: un 38,2%, lo que en este caso supone multiplicar por diez el ritmo de crecimiento de la economía balear. En este aspecto, hay que recordar que este año se cierra el plazo para obtener algunas de las ventajas que suponía reformar un hotel para elevar su categoría, lo que explica en parte esta aceleración, sumada a las altas rentabilidades que los hoteleros obtienen luego a la hora de fijar sus precios.

El tercer pilar es la inversión relacionada con proyectos de locales comerciales o de oficinas, por ejemplo, con 16,8 millones de euros, y con un alza mucho más moderada que las anteriores, del 2,7%.

Más que la media balear

Un dato a señalar: la inversión privada en la construcción está creciendo en Mallorca a un ritmo superior a la media balear, del 15,8%, hasta alcanzar los 452,6 millones de euros durante los cinco primeros meses del año en el conjunto del archipiélago. Una de las características que determina esta diferencia es que la inversión en reformas hoteleras que se lleva a cabo en Mallorca ha registrado un incremento mucho más notable que la del conjunto de Balears, cuya subida se limita a un 7,6%.

Hay que destacar no solo el intenso crecimiento de los fondos destinados al sector del ladrillo, sino además que todos sus motores presentan una evolución positiva, incluida la obra pública, aunque en este caso con una notable influencia del proyecto de electrificación de la red ferroviaria de Mallorca, que se distancia de la actividad que desarrollan las empresas constructoras. Aunque en este caso no se dispone de datos por islas, sino solo del conjunto del archipiélago, y además corresponde solo a los cuatro primeros meses de este año, su evolución también es positiva: los 95 millones de euros contabilizados durante este primer cuatrimestre suponen un alza del 20,8% respecto al mismo periodo de 2016.

Dos son las preocupaciones del sector en estos momentos: la previsible ralentización de la inversión para la reforma de los hoteles, y la demora con que los Ayuntamientos están tramitando la dotación de alcantarillado en las urbanizaciones que no lo tienen para poder seguir concediendo licencias.