El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno dejó ayer por la mañana en libertad a los dos jóvenes mallorquines próximos a la formación independentista Arran Jovent y acusados de quemar una fotografía del rey Felipe VI, un hecho ocurrido durante la Diada de Mallorca del pasado 31 de diciembre. Los dos sospechosos habían sido detenidos el jueves y se les acusa de un delito de injurias al Jefe del Estado, castigado con penas de prisión de seis meses a dos años o de multa, según su gravedad.

Los detenidos, asistidos por el letrado Josep de Luis, se acogieron a su derecho a no declarar ante el juez. Según fuentes jurídicas, los acusados ni reconocen ni niegan su participación en la quema de la imagen del Rey y se declaran ajenos a los hechos.

Las fuentes indicaron que los investigados se encontraban tranquilos tras su paso por la Audiencia Nacional y que ya esperaban ser detenidos, tras desobedecer el pasado marzo una citación para comparecer ante el juez Moreno. Tras su puesta en libertad los jóvenes regresaron a Mallorca y Barcelona, donde residen.

Un decena de activistas de Arran Jovent, grupo vinculado con la izquierda independentista catalana -entre los que se encontraba la dirigente de la CUP, Ana Gabriel-, recibieron a los dos jóvenes a su salida de la Audiencia. Una portavoz del colectivo dijo que no dan "ninguna legitimidad a esta institución" y aseguró que si tienen que quemar fotos del Rey, lo harán porque creen que "la desobediencia es el camino para romper con el régimen del 78 y el estado español".

Las muestras de solidaridad se dieron también en Palma, donde aparecieron numerosas pintadas en apoyo a los jóvenes, algunas de ellas en el Estadi Lluís Sitjar.