Hoteles de Mallorca pondrán a prueba este verano sus sistemas de seguridad en un escenario de amenaza yihadista global, focalizada en los últimos meses contra intereses británicos. Lo harán a través de auditorías externas, mediante las cuales se revisarán sus sistemas de identificación, sus controles de acceso y la preparación del personal para hacer frente a amenazas de bomba, por poner sólo algunos ejemplos.

El año pasado ya se realizaron algunas de estas auditorías, que ponen el acento en la seguridad antiterrorista. El auge de atentados las incrementará este verano, hasta alcanzar más de una veintena. Estos controles externos son parecidos a los que se efectúan en establecimientos hoteleros del norte de África y en Egipto, aunque, en estos casos, se trata de tests más exhaustivos teniendo en cuenta los precedentes de atentados terroristas en esos destinos contra turistas, según confirman fuentes del sector de la seguridad.

El refuerzo de la puesta a punto en materia de seguridad se produce en un momento en que Gran Bretaña se encuentra en el foco del terrorismo islamista, como demuestra la reciente cadena de atentados. Los británicos son el segundo principal mercado emisor de la isla. Los súbditos de la Unión Jack representan más de dos millones de visitas al año en Mallorca, con presencia especial en el Ponent y en el norte de la isla.

A día de hoy, como consejo genérico, el Foreign Office británico -organismo equivalente al ministerio de Asuntos Exteriores- recuerda en su web a sus conciudadanos que en España se han desarticulado grupos que reclutaban personas para viajar a Siria e Irak, con la intención de que después llevasen a cabo atentados en Europa.

Empresas aseguradoras

En el trasfondo de estas auditorías existe otro factor a tener en cuenta además del escenario geopolítico internacional. Con estos tests, los hoteles quieren curarse en salud desde el punto de vista de las compañías aseguradoras. Cualquier incidente encarecería notablemente las pólizas, recuerdan personas conocedoras del sector.

Algunas de estas auditorías en materia de seguridad -incluida la antiterrorista- se realizarán en unas semanas, coincidiendo con la temporada alta a fin de encontrar un escenario lo más realista posible en cuanto a ocupación del establecimiento. Al menos tres empresas especializadas han efectuado en la isla -o efectuarán en breve- tests de estas características, para grandes compañías y grupos turísticos internacionales.

Detalles de las inspecciones

Personas que han asistido a anteriores auditorías -en las que participan activamente miembros del staff directivo- relatan que, durante un día, la empresa auditora contratada analiza con lupa varios aspectos relativos a la infraestructura, el personal, los accesos y el entorno. En los exteriores del establecimiento hotelero, por ejemplo, la revisión se centra en el tipo de protección con que cuenta en su perímetro, prestando atención a detalles como si existen papeleras que sean susceptibles de albergar algún artfecto sospechoso.

Se suelen analizar también cuáles son los controles en los accesos de los trabajadores y de los huéspedes, así como de vehículos. Las auditorías tienen en cuenta además si el personal está debidamente concienciado para actuar ante la presencia de un paquete sospechoso o para amenazas de bomba en forma de aviso telefónico, por ejemplo.

La seguridad en el mundo del turismo cotiza alto, pero en los últimos años aún más. Valga el siguiente dato: siete de cada 10 británicos priman sobre todo la seguridad a la hora de reservar su destino vacacional, muy por encima de si es económico o de si hace buen tiempo, según un informe de la compañía Travelzoo.