Hace un año, el biólogo Manu San Félix presentó en las instalaciones de Marina Ibiza el proyecto 'Praderas de posidonia, el hábitat del caballito de mar', con el objetivo de contribuir a la recuperación de esta especie amenazada en las aguas de Ibiza y Formentera y en las de Balears en general.

Para lograr el objetivo, la Asociación Vellmarí, que preside San Félix, puso en marcha en ese puerto deportivo la primera instalación para la cría de caballitos con acuarios en los que se realiza un seguimiento exhaustivo de su crecimiento y reproducción.

Ahora, los responsables del proyecto han comunicado que el pasado sábado nacieron «con éxito los primeros caballitos criados en cautividad de este proyecto». Los sorprendidos han sido los propios miembros del equipo que trabaja en este proyecto, ya que esa puesta ha llegado antes de lo esperado. La previsiones que manejaban apuntaban a que los primeros resultados positivos de la fase de reproducción en cautividad no se obtendrían hasta mediados del verano o incluso el otoño.

Esta iniciativa cuenta con el reconocimiento del Govern balear, y pudo ponerse en marcha gracias al apoyo económico de El Beso Beach, situado en la playa de Cavall d'en Borrás, que realizó la primera aportación económica desinteresada. Posteriormente se han sumado más apoyos como el de la Fundación para la Conservación Ibiza y Formentera, Marina Ibiza, Marina de Formentera, el kiosco Juan y Andrea, y la marca de relojes Tag Heuer.

Para arrancar el proyecto se precisó de una inversión que ha rondado los 30.000 euros, lo que ha permitido comprar los acuarios de exhibición y de cría para situar estos criaderos en ambas islas. Uno está en las instalaciones de Marina Ibiza y el otro, dentro de una semana estará en el local del Centro de buceo Vellmarí de la Savina.

Conciencia y participación

Este proyecto no solo se queda en la cría de esta especie, sino que también persigue hacer partícipe a la población insular de una iniciativa fascinante por lo que representa trabajar y criar en cautividad caballitos de mar para luego reintroducirlos en su medio natural. De esta forma se ha incorporado al proyecto el Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREM) de Sant Antoni para que los colegios puedan entrar en contacto con el proceso de cría de estos peces.

De forma paralela se va a iniciar una campaña de comunicación para que cuando alguien observe y localice un caballito de mar lo comunique al correo electrónico caballitos@vellmari.com, o llamando al 971322105, facilitando la fecha y lugar del avistamiento. Con la información recabada se confeccionará un mapa abierto al público que permitirá conocer el verdadero estado de la población y su evolución en el tiempo.

En las aguas de Balears hay dos especies de caballito de mar, el Hippocampus hippocampus y el Hippocampus guttulatus. Ambas están amenazadas en todo el Mediterráneo y protegidas por la legislación autonómica,que prohíbe su captura o molestias. Asimismo están incluidas en el listado de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, pero la última especie citada ha pasado recientemente al estado crítico, desde el punto de vista de su conservación.

Abundantes hace décadas

Los caballitos eran abundantes en las aguas de Ibiza y Formentera hace unas décadas, pero hoy en día son cada vez más raros y difíciles de avistar. El director del proyecto, Manu San Félix, da fe de ello después de 25 años en los que con su equipo han realizado decenas de miles de inmersiones "y apenas se han visto una veintena de caballitos en todos esos años".

Esta especie está perfectamente adaptada a vivir en las praderas de posidonia y, en cierto modo, con este proyecto «se convierte en un embajador de la posidonia y de las muchas especies que dependen de estas praderas sumergidas», destaca el biólogo.

El proyecto cuenta con la dirección técnica de los especialistas en acuarios Marc Rigau y Alberto Marí, de Ibireef, y del biólogo Ricardo Garchitorena.

Pero el trabajo ha sido arduo por meticuloso y muy preciso al tener que controlar diariamente la temperatura del agua, su composición química, así como la alimentación que se les ha ido proporcionando.

Imagen recreada de cómo un macho expulsa las crías. VELL MARÍ

Esta especie tiene varias curiosidades, entre otras es que son los machos los que incuban los huevos y expulsan las crías cuando llega el momento, en puestas de unas 900. Las hembras ovulan y luego pasan los huevos a la barriga del macho, que los almacena en una bolsa "incubatriz" para luego expulsarlos, tal y como se ve en la imagen.

El director del proyecto explicó que "no solo es que nazcan, luego hay que darles cobijo y alimentarlos", subraya. Las crías comen larvas de artemia y los adultos artemia. San Félix reconoce que ha contado con los especialistas en acuarios que se pusieron en contacto con él "y ellos han sido la pieza clave en todo el proyecto".

Ahora el proyecto está en primera fase "que está yendo mucho mejor de lo que esperábamos", subraya. De hecho la dirección general de Espai de Natura y Biodiversidad del Govern, conoce la iniciativa desde el inicio y la apoya. Una vez que tengan el permiso oficial comenzará la segunda fase que es la más compleja y que puede durar hasta cinco años.

"Entonces seremos reproductores y se abrirá una línea de investigación para luego reintroducirlos", explica San Félix. Avanza que uno de los sitios será s'Estany des Peix, otro la Reserva marina integral de s'Espardell y una tercera zona por determinar. Entonces será el momento de estudiar el motivo de su desaparición en el Mediterráneo y darle respuesta.