El presidente del Parlament, el podemita Balti Picornell, explicó ayer a este periódico los motivos por los cuales ordenó desalojar de diputados la Cámara Autonómica a partir de las 23:00 horas, tras descubrirse que su excompañera, la diputada menorquina Montse Seijas, pernoctaba en la sala de descanso del Parlament. "Si una diputada (Seijas) se cae una noche por las escaleras y se hace daño, yo seré el responsable como presidente del Parlament", aseveró Picornell. No le falta razón. El reglamento de la Cámara autonómica establece que él debe asumir todas las responsabilidades de las dependencias públicas y si durante una noche, algún diputado descontrolado se aloja a escondidas y tiene un accidente, a quien exigirán responsabilidades será a Baltasar Picornell.
"Que quede claro que esta medida no se ha tomado para ir en contra de la diputada Montse Seijas. La decisión se debe única y exclusivamente a una cuestión de funcionamiento de las infraestructuras del Parlament", aseguró el presidente de la Cámara. Asimismo, relató que están estudiando un convenio con una cadena hotelera para garantizar que los diputados de las otras islas tengan alojamiento asegurado. Hay que recordar que uno de los argumentos de la diputada menorquina para pernoctar en el Parlament fue que no encontraba hotel.
Por otra parte, también se está negociando que los diputados de otras islas tengan que justificar sus pernoctaciones mediante una factura, ya que hasta el momento solo rellenan un formulario sin ningún tipo de justificante.
La guerra interna en Més se recrudece por parte de la facción de los 'pesemeros'
Més está viviendo una auténtica guerra civil soterrada. La facción de los llamados pesemeros históricos no perdona que una parte del partido ofreciera la cabeza de la consellera Ruth Mateu y sus directores generales, a raíz de la crisis de los contratos de Més con su jefe de campaña, Jaume Garau. El blanco de sus críticas y hacia donde van dirigidas las cuchilladas son los que vienen de Iniciativa Verds, como es el caso de Fina Santiago, David Abril o Neus Truyol. Los dos primeros se significaron como los principales dirigentes que reclamaban que el partido asumiera responsabilidades y pidiera perdón ante la opinión pública. No obstante, el sector más nacionalista consideraba que no había nada ilegal contratando a Garau y era partidario de seguir sin cortar cabezas. Al final ganó la decisión de las dimisiones a raíz de que sus socios de Podemos y del PSOE pidieran gestos para intentar cerrar la crisis. Pese a ello, estas dos posturas encontradas han dejado muchas heridas internas que algunos auguran difíciles de cicatrizar.
Las cuchilladas internas han acabado, por ejemplo, con el casi total arrinconamiento del portavoz parlamentario, David Abril, que ni siquiera participó en las negociaciones de la remodelación del Govern por voluntad propia y al sentirse blanco de sus propios compañeros. Algunas fuentes aseguran que la guerra interna no se puede circunscribir solo a estas dos facciones. Hablan de que las desavenencias son más transversales, lo que significaría un grave problema a la hora de alcanzar una paz interna en Més que en estos momentos se antoja del todo imposible.
David Abril y Marga Prohens, significativas ausencias por indisposición
Hay diputados que habitualmente pasan del todo desapercibidos en los plenos del Parlament. Sin embargo, hay otros que su ausencia se nota de forma especial. En este último apartado podemos englobar a David Abril, portavoz parlamentario de Més, y a Margalida Prohens, su homóloga en el Partido Popular. Ambos no aparecieron ayer por la Cámara Autonómica a raíz de una indisposición que, por prescripción facultativa, les obligó a permanecer en sus domicilios guardando reposo.
Aseguran en el PP que Prohens volverá a estar hoy al "pie del cañón" trabajando con el grupo parlamentario. Abril apuntan que deberá esperar varios días más.
