La población española es la principal demandante de ayuda a Cruz Roja ante los casos de mayor pobreza, y supone el 58,6% de los usuarios de sus programas de emergencia social en Palma. Por detrás aparece la nacionalidad marroquí, con un 15,1% de las peticiones; la nigeriana, con un 8%; la colombiana y la boliviana, con un 2% en ambos casos; y la polaca y la rumana, que oscilan entre el 1,7% y el 1,8%, según se señala desde esta organización.

Por edades, un 46% de las personas atendidas tiene entre 35 y 49 años (una edad en la que se suele convivir con hijos pequeños), mientras que la que va de los 18 a los 34 supone un 25,8%. Por detrás aparecen los que tienen entre 50 y 64 años, que alcanzan el 22,9% de las solicitudes.

Nuevos programas

Un punto que se señala insistentemente desde Cruz Roja, al igual que desde otras organizaciones dedicadas a la ayuda social, es que aunque la cifra de usuarios lleva unos años con una clara tendencia a estabilizarse, el deterioro que muchos de ellos presentan es cada vez más grave debido al largo tiempo en el que se han visto obligados a soportar una situación de precariedad, lo que hace que las intervenciones sea cada vez más complejas.

Este hecho explica que se diseñen nuevos programas para hacer frente a esa cronificación del problema. En este punto, la coordinadora del área de ayuda en caso de emergencia social, Ana Espinosa, recuerda que durante el pasado año se inició un proyecto de atención psicológica y activación, cuya función no es ya el cubrir necesidades básicas, sino combatir el aislamiento en el que entran muchos de estos afectados y los efectos psicológicos que éste ha generado.

Esta actuación incluye incluso actividades de ocio familiar, encaminadas a potenciar la relación entre padres e hijos en familias que durante mucho tiempo se han visto obligadas a destinar todos sus ingresos a cubrir las necesidades más elementales, pero sin poder afrontar desembolsos relacionados con el tiempo libre.