Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Carmen Pellicer: "Estamos en una situación de emergencia educativa que no debería dejarnos dormir"

Cree que las leyes no cambian los resultados ya que ante "el mareo político" las escuelas acaban por ´blindarse´

La profesora ayer en el CaixaForum, donde la patronal concertada CECEIB organiza sus ´Cafés por la Educación´. g.bosch

P Junto a José Antonio Marina redactó el Libro Blanco de la Profesión Docente, ¿qué recorrido ha tenido ese documento?

R Salió en un momento crítico, en vísperas de las elecciones generales. Tuvo un papel fundamental: poner encima de la mesa temas que no habían sido objeto de la reflexión pública. La educación está politizada y en anteriores campañas la atención se centraba en los conflictos típicos (conciertos, autonomías...) y el Libro Blanco consiguió que los partidos tuvieran que definirse en cuanto a la selección docente, la formación... temas que hoy están encima de la mesa y tendrán que recogerse sí o sí en una futura ley de educación.

P ¿El profesorado es la pieza clave para mejorar el sistema?

R Sí. El documento plantea cambios en las escuelas de magisterio. Cómo seleccionar a los futuros maestros, siendo exigentes en la calidad humana y la voluntad de aprendizaje. Intervenir en las titulaciones y buscar una enseñanza mucho más práctica. Creo que hay consenso en una especie de MIR educativo. También defendemos que no hay que abandonar a los docentes. La escuela evoluciona y hay que darles la formación adecuada para que sepan responder. Otra parte importante es cuidar el perfil de dirección de los centros, como motores del cambio y con liderazgo transformador, seduciendo a la comunidad educativa, siempre en equipo y con apoyo de una inspección que asesore.

P ¿Qué supone para la evolución de un país esta falta de acuerdo en educación?

R El cambio de leyes y el ambiente crispado crean un muro de escepticismo en las escuelas. Las leyes salen y se convierten en una especie de arquitectura burocrática terrible que ahoga las iniciativas de innovación, motivación y creatividad en las escuelas. Y en realidad las escuelas hacen un caparazón, las cosas no cambian, ni la forma de dar clase, ni la estructura del sistema. Estamos en un momento de oportunidad, ya no es rentable vender el conflicto educativo.

P Se dice que España es un país de bandos, ¿también en la educación: pública vs concertada; tradición vs innovación; contenido vs competencia...?

RSe alimenta ese maniqueísmo por parte de sectores con intereses creados, pero los docentes nos ponemos de acuerdo en muchísimas más cosas de lo que se ve. Nosotros hemos publicado Papeles para un Pacto, analizando los anteriores intentos y las posiciones y hemos encontrado 13 puntos en los que hay cierto acuerdo. Uno de los problemas del sistema es la tremenda homogeneización. La Administración confunde el control con la confianza y eso hay que superarlo. Los países de éxito creen en la autonomía y la diversidad en las escuelas, y dan respeto y confianza a los profesionales de la educación.

P ¿Somos conscientes del daño que hace esta falta de acuerdo?

R Hemos avanzado, pero no creo que la sociedad sienta aún como una urgencia la profunda reforma que necesita el sistema educativo. Se sigue jugando con demagogias y se escucha poco a los expertos. Y estamos en situación de emergencia. Hay una especie de sensación de mediocridad generalizada y aceptada por muchos y eso no debería dejarnos dormir. Más de un 30% de estudiantes repiten; las escuelas están obsoletas y enzarzadas en polémicas absurdas; los currículums beben de leyes de hace 50 años...

P ¿La escuela está sobrepasada por la rapidez de los cambios tecnológicos y una sociedad cada vez más compleja y diversa?

R Nuestros alumnos deberán abordar unos desafíos que ahora no podemos ni imaginar. Los alumnos han cambiado, los referentes culturales, el papel de la escuela en la socialización... y las escuelas no están cambiando a la misma rapidez que el mundo y la sociedad. Eso ha dejado que gente excelente y con gran vocación se sienta sin herramientas ante los nuevos desafíos. Urge invertir en un nuevo modelo de desarrollo profesional: no es que hasta ahora todo se hiciera mal, es que hay que ponerse las pilas. Otros siguen haciendo lo que pueden, hay profesores y escuelas que se están moviendo e innovando mucho. La Administración debe mimar a la escuela, que es quien hará posible el cambio, y dotarla de recursos y encabezar la reforma.

P Frase que se oye mucho: los alumnos de hoy no saben nada, no tienen cultura.

R No es verdad. Tienen otra cultura. Nosotros tenemos añoranza de que sepan alguna cosa que nos parecía fundamental, pero que ellos llevan en el bolsillo, en el móvil. La escuela hace treinta años tenía que instruir; maestros y libros éramos la fuente de información y hoy ya no lo somos. Pero ojo, sí somos fuente de conocimiento. La función educadora de la escuela hoy es mucho más importante, la función ya no es instruirles sino que sepan buscar y usar la información y que desarrollen pensamiento crítico y creativo.

P Ahora tenemos una ley, la LOMCE, que solo respalda el PP y se está aplicando a medio gas, de forma distinta a como fue concebida, ¿qué efectos puede tener eso?

R La LOMCE se ha de derogar, solo ha conseguido crear un clima de crispación. Además es insuficiente ya que no aborda los problemas reales. Las leyes educativas en este país se redactan desde el revanchismo y no pensando en la educación. La subcomisión por el pacto educativo es un intento de escuchar al Parlamento y a la comunidad educativa y debemos dar un voto de confianza.

P Cada vez que se introduce una reforma, ¿cuántos años tardan los estudiantes en recuperarse de cada ´experimento´?

R Me preguntaron lo mismo en la subcomisión del pacto. Con ironía respondí que el 80% del profesorado no se ha leído la LOMCE, ni la LOE... Ante el mareo político la escuela ha creado un caparazón de escepticismo y al final en las aulas las cosas no cambian. Los directores rellenan desesperados los papeles de turno, pero cuando el profesor cierra la puerta del aula es dios y hace lo que quiere. Hay que romper con esa cultura tan individualista, pero ese caparazón puede haber sido para bien: hay profesores que dicen, ´oye, yo tengo que enseñar, tonterías las justas´ y siguen haciendo lo que ven que funciona. No hay tantos cambios reales, los justos para las tertulias mediáticas.

P ¿Como la supresión de Educación para la Ciudadanía?

R ¿Hasta dónde debe garantizar y promover el Estado un bagaje ético y una educación activa en el respeto a los derechos humanos? Yo creo que debería ser obligatoria. Es una tensión entre el intervencionismo y la libertad a educar en los propios valores. Cuando sale PISA o uno de sus hermanos, los titulares se fijan en los resultados de países como China, ¿pero es ésa es la sociedad que queremos? ¿Las escuelas solo han de ser academias? Hay diferencia entre éxito educativo y éxito académico.

P ¿Qué hacer con un chaval de 14 años que se quiere ir del instituto?

R Imagínate cuando proponemos la educación obligatoria hasta los 18 años... Estos chavales se resisten a un modelo tradicional, mecánico, memorístico, obsoleto, homogéneo y con currículums que no les dicen nada. Das la opción de Matemáticas Académicas y Aplicadas y ya hay gente que se enfada, ¿pero de verdad todos han de estudiar Matemáticas? La educación ha de cambiar y adaptarse, con ofertas diferencias y mucha flexibilidad. La gran mayoría de los chavales quiere aprender y hay que facilitárselo y eso no implica bajar el nivel, como dicen algunos: equidad y excelencia son compatibles. Tratar de encajar a según qué alumnos con determinados problemas o características en un sistema homogéneo es una olla a presión.

Compartir el artículo

stats