Los fiscales Anticorrupción de Balears plantearon ayer en Palma a su jefe, Manuel Moix, en la cuerda floja por la posesión desde 2012 de una empresa en Panamá a partes iguales con sus hermanos, la posible incompatibilidad de su excompañero Pedro Horrach con la defensa de un acusado en el caso Cursach, una presunta trama de corrupción de policías, otros funcionarios y empresarios. Por su parte, el fiscal Superior de Balears, Bartolomé Barceló, informó de que se han encontrado varias actuaciones de Horrach cuando era fiscal en el caso Cursach que deben estudiarse para, en su caso, plantear una queja por incompatibilidad ante el Colegio de Abogados de Balears (Icaib).

Manuel Moix llegó a Palma hacia el mediodía. En las puertas de la fiscalía superior de la plaza de Los Patines le esperaban numerosos periodistas, pero el fiscal jefe anticorrupción no quiso hacer ninguna declaración sobre su delicada situación a raíz de la empresa Duchesse Financial Overseas. Moix añadió que solo hablaría de los temas relacionados con anticorrupción de Balears y que sobre el asunto de Madrid se manifestaría en la capital de España.

El fiscal jefe Anticorrupción mantuvo una reunión de casi dos horas y media con sus subordinados: Juan Carrau, Miguel Ángel Subirán, Ana Lamas y Laura Pellón. El fiscal superior Barceló también asistió a parte del encuentro y se entrevistó con Moix.

Los fiscales Anticorrupción plantearon a su jefe, entre otros asuntos, la posibilidad de formular una queja al Icaib por el hecho de que Horrach como abogado no puede defender a un acusado en un sumario donde él ha intervenido o ha recibido información en calidad de fiscal.

"Horrach no es tonto"

En ese sentido Bartolomé Barceló manifestó que se han localizado varias intervenciones del exfiscal en el caso Cursach, actuaciones que se estudiarán para ver si podrían dar pie a la incompatibilidad. No obstante, Barceló añadió que "Horrach no es tonto y conoce perfectamente hasta donde puede llegar (como actual letrado)".

En el encuentro con Moix no se llegó a ninguna conclusión en el sentido de formular la queja o dejar correr los hechos.

Otro de los temas de los que se informó a Moix es las serias amenazas que penden sobre Miguel Ángel Subirán por sus pesquisas en torno a la supuesta trama de corrupción policial-empresarial. Subirán necesitaría escolta permanente, pero solo le han dado contravigilancia (protección intermitente durante sus desplazamientos). De forma paralela, algunos policías se han quejado ante el ministerio del Interior de las dificultades para proteger al fiscal por sus supuestos movimientos para esquivarles, mientras que otros han comunicado a la misma instancia críticas por supuestos malos modos de fiscal, extremos que niega Subirán.

En el encuentro con Moix se habló de incrementar las medidas de seguridad sobre Subirán, que ya ha sufrido varios ataques a su propiedad y ha recibido amenazas por parte de imputados.