Funcionarios de Personal Docente deambulaban ayer por lo que fue el símbolo del máximo esplendor de la caja de ahorros de Balears. Algunos, sentados encima de las mesas, charlaban y esperaban que les llegara su silla (marcadas con su nombre); una caja para ir abriendo o su anhelado ordenador. Había quien pasaba un trapo a un mueble. Y algún alto cargo ya trabajaba, encerrado en su despacho y ajeno al trajín de muebles y paquetes.

Ése era ayer Antoni Frau. Cargo oficial: jefe de servicio de Provisión. Alias: el hombre de las oposiciones. Antes de las doce del mediodía, Frau ya estaba en su nuevo despacho (totalmente equipado y con planta incluida), redactando documentos, echando cuentas y manteniendo reuniones.

Con las primeras oposiciones a la vuelta de la esquina tras seis años en blanco, Frau no tiene un minuto que perder. Una mudanza no puede ni distraerle ni retrasarle. Así que el viernes pasado, antes del inicio de la mudanza y con su furgoneta particular, él ya se hizo su traslado particular y ayer mientras los camiones hacían viajes, él ya estaba concentrado en lo suyo.

Muchas veces habían oído la idea, pero los trabajadores veteranos de la conselleria de Educación no se creían del todo que algún día acabarían abandonado el número 29 de la calle Alfons el Magnànim (el inimitable edificio con las escaleras automáticas en la fachada) o la sede de las Galerías Geranios. Y sin embargo ese día fue ayer.

Según el plan actual (más realista del que se planteó en un primer momento, cuando se habló de que la mudanza ya estaría hecha en Semana Santa), el día 1 de julio todas las direcciones generales de Educación (y su más de 300 trabajadores) estarán centralizadas en una de las dos torres gemelas de Sa Nostra en Son Fuster.

La dirección de Personal Docente ha sido la primera en trasladarse para que sus trabajadores estén lo más centrados posible: no sólo por las inminentes oposiciones sino porque cada mes gestionan el pago de 14.000 nóminas.

La ventaja principal de la nueva ubicación es el ahorro. El alquiler de Alfons el Magnànim era uno de los más caros de los pagados por el Govern. Las nuevas dependencias están juntas, son más grandes (7.367 metros cuadrados) y salen a mejor precio: 600.000 euros al año frente a los 780.000 euros que se pagaban hasta ahora (más un extra anual de entre100.000 y 150.000 euros por el coste del transporte entre las dos sedes y el envíos de documentos). Con todo, cada año el ahorro rondará los 300.000 euros.

Algunos de los trabajadores de Educación que ayer ya estaban en Sa Nostra tenían sentimientos encontrados sobre su nuevo lugar de faena. A favor, la luz y las vistas. En contra, "el barrio". Más lejos del centro y con accesos más complicados. Otro punto a favor: la planta baja centralizará todos los servicios de atención al público (como el registro o escolarización).

Tras Personal Docente, se irán Innovación y Comunidad Educativa (donde ayer hacían cajas a ritmo frenético); FP y Formación del Profesorado; Política Universitaria y Enseñanza Superior; y Planificació, Ordenación y Centros. Los últimos en llegar serán Secretaría General, Inspección y, finalmente, el gabinete del conseller Martí March, que se instalará en una cuarta planta en la que ayer aún se estaban colocando placas de 'pladur' y cables.

Atrás quedará el edificio de Alfons el Magnànim donde tantos episodios estelares se han vivido: punto final de incontables manifestaciones de camisetas verdes o jóvenes estudiantes (que ahora deberán replantearse su recorrido); escenario de negociaciones de madrugada y algunas peleas a los gritos; e incluso una 'ocupación' que acabó en los tribunales (y que difícilmente se repetirá ya que ahora habrá más control en los accesos, con tornos de seguridad y tarjetas para los visitantes).