“Nadie vigila, nadie controla, nadie hace nada”. Los vecinos de s’Arenal de Llucmajor se encontraron con un paisaje desolador el domingo por la mañana. Los restos de un multitudinario botellón invadieron las playas de basura y causaron la indignación de los residentes que no entienden “la falta de medidas” por parte de las autoridades.

“Es inadmisible que ya llevemos varios veranos que del lado de Llucmajor se pueda hacer botellón y demás fiestas que generan esta mugre, mientras que del otro lado del torrente no se permite”, señala una vecina que, harta de esta situación, tomó las fotografías del desastroso estado de la playa.

También en Twitter los vecinos denunciaron la gran cantidad de basura, mientras que el Ayuntamiento de Llucmajor respondió en un tuit: “Reforzaremos la limpieza y, al estar aprobada definitivamente, aplicaremos la ordenanza cívica aprobada inicialmente en el pleno del mes de abril”.