Los fiscales Juan Carrau y Ana Lamas incrementaron ayer su petición de condena para los seis hijos varones del fallecido empresario José María Ruiz Mateos, a los que acusan de estafa agravada e insolvencia punible en la compra de sendos hoteles en Peguera y Maspalomas (Gran Canaria). Según Carrau, los seis acusados aparentaron una solvencia que no tenían para comprar los hoteles, que únicamente les interesaban para obtener 81 millones de euros de financiación para su confuso grupo empresarial y sus intereses particulares.

Carrau modificó levemente sus conclusiones provisionales y pidió a la sección primera de la Audiencia que imponga siete años y medio de cárcel a cada acusado (Zoilo, José María, Javier, Alfonso, Pablo y Alvaro Ruiz Mateos Rivero). Inicialmente reclamaba sendas penas de 7 años para cada encausado.

Según la fiscalía anticorrupción, los hechos son constitutivos de una estafa agravada y una insolvencia punible. La acusación pública planteó al tribunal una salida para el hecho de que no declare probada la estafa: el caso sería una insolvencia punible, penada con 3 años de prisión para cada hermano.

El defensor de los acusados, Juan Manuel García-Margallo, reclamó la libre absolución, al igual que otras partes juzgadas en calidad de posibles responsables civiles subsidiarios.

La fiscalía reclama también para los hijos varones del fundador de Rumasa y Nueva Rumasa que indemnicen con más de 44 millones de euros a las 18 empresas y personas físicas afectadas por la estafa y que vendieron a la familia Ruiz Mateos a finales del 2008 los hoteles Beverly Playa (de Peguera) y Beverly Park (de Maspalomas).

Los acusados y su padre pactaron pagar casi 76 millones de euros por los establecimientos, 61,3 aplazados. Los pagarés que firmaron se dejaron de abonar en abril del 2010 y venían avalados por el patrimonio personal de José María Ruiz Mateos padre y sus seis hijos y empresas del grupo.

Los acusados, que se declaran inocentes, reconocieron en la vista que no tenían (ni tienen) ningún bien con el que responder de ese pago, un dato que el fiscal Juan Carrau recordó ayer al tribunal en su informe final.

Fe de errores. Andreu Homar, un empresario que negoció la venta de los hoteles Beverly Playa y Beverly Parck, no ha fallecido, como erróneamente se informó ayer. Pedimos disculpas por la equivocación.