La mañana de ayer se inició sin incidentes en el servicio que los taxistas prestan en el aeropuerto, una vez se puso fin al conflicto durante la noche del jueves. Sin embargo, representantes de este colectivo reprocharon al ayuntamiento de Palma que no hubiera enviado a agentes de la Policía Local para vigilar la zona, alegando que éste había sido uno de los compromisos adquiridos a la hora de desconvocar la protesta.

Por su parte desde el Consistorio se aseguró que iba a desplazar a agentes hasta Son Sant Joan, pero solo durante las horas de mayor afluencia de pasajeros, y con una advertencia adicional: las competencias de la policía local se limitan al control del tráfico en la zona y a comprobar que no hay ningún vehículo mal estacionado obstruyendo a los demás. Pero ahí concluyen. La labor de vigilancia contra los denominados ´taxis piratas´ recae exclusivamente sobre los inspectores de la conselleria de Movilidad, se esgrime.

Este argumento fue expuesto por el alcalde José Hila, que insistió en que es labor del Govern poner en marcha medidas para hacer frente al intrusismo en el transporte, aunque recordó que se han puesto en marcha ya diferentes iniciativas.

"No será de un día para otro"

El alcalde afirmó que este combate contra la competencia desleal resulta sumamente complejo y que se llevan ya varios años analizando medidas para poner en marcha, como la instalación de cámaras de video para la lectura de matrículas, aunque reconoció también que "hasta ahora ninguna ha funcionado al 100%".

Por ello, aseguró que se va a seguir haciendo "todo lo posible" para hacer frente a este problema, aunque advirtió igualmente de que la solución definitiva no se va a producir "de un día para otro".

De este modo, consideró que la postura de los taxistas debería de ser la de mantener la tranquilidad y denunciar aquellos comportamientos irregulares que detecten para así dar pie a la actuación de los inspectores de Transportes y de los policías locales.