La investigación del caso Cursach se ha enfocado este jueves hacia el municipio de Calvià, donde se ha detenido a dos altos cargos, uno político y el otro técnico, acusados ambos de ofrecer un trato de favor al magnate del negocio nocturno, a la vez que se perjudicaba a otros empresarios del municipio.

Por orden del juez Penalva y del fiscal Subirán, el Grupo de Blanqueo de la Policía detuvo al que fuera director general del área de comercio del Ayuntamiento de Calvià, Jaime Nadal Mir, así como al ingeniero municipal, adscrito al departamento de actividades, Bernardo Rossinyol Miralles.

Ambos pasarán la noche en los calabozos policiales, a la espera de que el viernes por la mañana presten declaración ante el juez que investiga este caso.

Antes de que el nombre de Jaime Nadal apareciera implicado en esta investigación, el alcalde de Calvià acordó su destitución. Una decisión que estaba directamente relacionada con el supuesto trato de favor que tuvo este alto cargo municipal con Cursach, al intentar paralizar el expediente de caducidad de la discoteca BCM, uno de los principales negocios del empresario que está en estos momentos en prisión. Los investigadores llevan mucho tiempo analizando las decisiones municipales que se han adoptado sobre la actividad nocturna desarrollada en Calvià y la conclusión a la que se ha llegado es que Cursach no recibía el mismo trato que los otros empresarios, que sufrieron un mayor castigo a través de sanciones económicas.

A pesar de que Nadal era el responsable del área de comercio, se ha constatado que también tenía una gran influencia en el departamento de actividades del Ayuntamiento de Calvià. Según los documentos oficiales que manejan los investigadores, tanto el exdirector general, como el ingeniero municipal, habrían protegido los intereses de la discoteca BCM, dejando caducar las sanciones económicas que imponía la Policía Local de Calvià. Y, al mismo tiempo, se habrían adoptado decisiones que perjudicaron a otros empresarios de la competencia, como por ejemplo denegándoles las licencias.

El juez Penalva ha venido denunciando en sus escritos la posición preferente que desde hace años ha disfrutado Cursach en Calvià, en comparación con otros empresario. Una situación de favor que se demuestra, por ejemplo, en el número de sanciones que ha sufrido el magnate de la noche, comparado con las que han padecido otros empresarios con negocios nocturnos.

Además, según los informes que maneja el juzgado, de las sanciones que imponía la Policía Local de Calvià a la discoteca BCM, la mayoría de ellas ni siquiera llegaba al ayuntamiento, por lo que nunca se llegaban a pagar. De hecho, la empresa de Cursach ha pagado una mínima parte de las multas que ha recaudado el Ayuntamiento municipal en los últimos años.

Pero al margen de las sanciones económicas, también se ha denunciado que, gracias a la influencia que ha tenido Cursach en los departamentos municipales, se ha permitido que la discoteca BCM haya funcionado en las dos últimas décadas sin la correspondiente licencia. De hecho, la discoteca ha venido funcionando con una licencia provisional. Se sospecha que, precisamente, Jaime Nadal habría maniobrado para evitar que el Ayuntamiento revisara dicha licencia. La discoteca BCM se encuentra en estos momentos cerrada, precisamente, por estas irregularidades.