María Martín y Juana Maria Jaume acuden todos los días a su puesto de trabajo en el hospital de Son Llàtzer pese a que KLE Servicios Integrales, empresa de limpieza subcontratada por el Govern, no les paga desde hace dos meses y medio.
Estas mujeres son dos de las 400 trabajadoras que KLE tiene en plantilla en Balears en los hospitales de Son Llàtzer, Juan March, PACS, consejerías del Govern y los aeropuertos de Ibiza y Menorca, entre otros servicios públicos.Hay un acuerdo para subrogar a la plantilla a otra empresa que se haría cargo de los atrasos, pero hasta que eso suceda estas dos mujeres solo expresan desconfianza.
Martín llega a la cita en la sede de UGT -pertenece al Comité de Empresa- después de abonar una factura impagada del teléfono para que le devolvieran la línea. "Estamos todas que no nos podemos ni acercar unas a otras. En 2012 tuve un infarto durante una protesta porque no cobrábamos. Y ahora he ido al médico. Necesito mi pastilla debajo de la lengua para dormir bien. Cualquier cosa que te digan te pones a llorar", lamenta.
"Estamos todas con estrés y ansiedad. Yo un día me tuve que ir a casa porque tuve una discusión un poco subida y no pude seguir. No me vi capaz de hacer una sola cama más. Intentamos reír, pero es muy complicado. Llega un momento que te vienes abajo", relata Jaume.
"Llevo catorce años y medio en el hospital. Hay médicos que durante todo ese tiempo solo te decían hola y adiós, y ahora te preguntan cómo estás. Eso te hace llorar", añade esta trabajadora.
Ha habido dos jornadas de huelga que apenas han tenido incidencia porque, critican las mujeres, se decretaron unos servicios mínimos del cien por cien y además el IB-Salut envió a un destacamento de trabajadores para cubrir plazas. Hay nuevo paro previsto para el 8 de junio. "Si para entonces no hemos cobrado esto va a explotar", vaticina Martín
"¿A dónde voy a ir?", se pregunta Jaume. "Voy a cumplir 49 años, ahora ya es muy complicado cambiar de trabajo", lamenta.
