La subida del nivel del mar en todo el planeta podría estarse produciendo de forma más rápida de lo que se pensaba, amenazando los territorios costeros de todo el mundo. Nuevas estimaciones de la tasa global de aumento realizadas durante el siglo XX redefinen los datos de aceleración disponibles hasta ahora, según un trabajo internacional en el que ha participado la doctora Marta Marcos, investigadora del IMEDEA o Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (un centro mixto del CSIC y la Universitat de les Illes Balears).

El artículo ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y los resultados demuestran que esta aceleración casi duplica los valores que se estaban teniendo en cuenta, lo que abre un nuevo escenario a la hora replantearse la magnitud de este fenómeno consecuencia del cambio climático.

Los científicos han analizado los datos históricos de los mareógrafos, los únicos instrumentos que se usaban para medir desde la costa cualquier cambio hasta 1992 (a partir de ese año se lanzaron los primeros satélites capaces de monitorizar los niveles del mar globales). Tras seleccionar los registros más largos y de mayor calidad, han corregido las estimaciones teniendo en cuenta procesos no oceánicos, como los movimientos verticales de la corteza terrestre y los cambios en el geoide de la Tierra. Finalmente, han combinado todos estos datos ya corregidos con una nueva metodología usando regiones coherentes con la dinámica marina.

“Es importante determinar con precisión la tasa de aumento de nivel del mar en las décadas pasadas para saber cuáles han sido los procesos implicados y cómo responden cada uno de ellos al calentamiento global. Nuestras conclusiones demuestran que las regiones costeras están más expuestas de lo que pensábamos y, por tanto, el riesgo es mayor”, advierte Marta Marcos, investigadora del IMEDEA y profesora de Física en la UIB.

El nuevo estudio muestra que el aumento se produjo de forma significativamente más lenta antes de 1993. A partir de ese año, el trabajo coincide con las observaciones de los satélites. Como consecuencia, la forma de la curva del nivel del mar a escala planetaria cambia drásticamente, lo que evidencia una mayor sensibilidad al calentamiento global, el cual se aceleró debido a factores de origen humano a partir de 1970.

¿Por qué se acelera este proceso? Los investigadores apuntan al deshielo de los glaciares, que habrían dominado este fenómeno durante el siglo XX. En las últimas décadas, sin embargo, la tendencia habría cambiado y las placas de hielo polar habrían contribuido en mayor medida al incremento del nivel del mar. “Implica que la diferencia entre los datos previos a 1993 y las observaciones precisas de los satélites es mayor y, por tanto, casi duplicamos la aceleración en la subida del nivel del mar respecto a los valores que se habían adoptado hasta ahora”, concluye Marcos.