El Ico, el hijo de La Paca, la traficante de drogas de Son Banya, ha entrado en escena en la investigación del caso Cursach. Y lo ha hecho para denunciar que un individuo, que trabajó como portero en una de las discotecas del holding de ocio nocturno, le ha estado amenazando en prisión, anunciándole que va a matar a toda su familia.

El joven de Son Banya fue trasladado ayer para que los abogados de los acusados de la trama policial pudieran interrogarle. Sin embargo, los letrados decidieron abandonar en grupo el despacho del juez, al entender que se estaba produciendo una situación de indefensión.

El Ico, que es testigo de la investigación, declaró el pasado miércoles para explicar al juez Penalva y al fiscal Subirán que está recibiendo amenazas en prisión de personas próximas al empresario. En concreto, señala a un individuo de nacionalidad rumana, llamado Marian, que lleva varias semanas preso por amenazas a testigos del caso. El joven de Son Banya cree que le está coaccionando porque "Cursach cree que tengo una agenda que contiene información que le comprometería". El preso ya envió hace unas semanas una carta al juzgado denunciando estas amenazas. La supuesta agenda la ha encontrado en su casa y el joven se comprometió a entregarla. Reconoció que, al no saber leer, no comprende el contenido de la agenda, pero asegura que personas del entorno del empresario han asaltado su casa para buscarla. Cree que este documento contiene apuntes de dinero negro que "Cursach entrega a Joaquín `El Prestamista' para que le de rentabilidad".

Enviados a Son Banya

Detalló que cada vez que pasaba por delante de este preso rumano le amenazaba. Le contó que estaba en prisión por amenazar a un testigo y le anunció que mientras estuviera preso no le podría hacer nada. Sin embargo, cuando saliera enviaría a gente a Son Banya a matarle a él y a tirotear a toda su familia. El Ico, para hacerle frente, le recordó de quién era hijo. Sin embargo, el preso le dijo que no tenía ningún miedo, porque en su país se movía por un barrio parecido a Son Banya.

En su declaración, El Ico confesó que temía que pudieran apuñalarle. Por ello, se realizó un corte en la muñeca para que le cambiaran de módulo. En su actual ubicación también recibe amenazas, porque entre los presos rumanos ha corrido el rumor de que el antiguo portero de Cursach ha puesto precio a su cabeza.

El testigo también asegura que fue testigo de las fiestas privadas que se organizaban en Tito's para policías locales de Palma, al ser cliente habitual de la discoteca. Detalló que las fiestas se celebraban en la zona VIP y se colocaba un portero para que solo entraran los invitados. Explicó que junto a los policías locales, a los que identifica, había prostitutas, rumanas y brasileñas, así como transexuales. Detalló que los funcionarios mantenían relaciones sexuales en dos habitáculos ubicados detrás de una barra. Varios de los policías le identificaron e incluso, según su versión, le pedían que les facilitara droga. Asegura que uno de los policías "chuleaba" a dos prostitutas que sacó de un conocido club de alterne.

Presiones

El joven detalló que mientras estuvo en libertad recibió también presiones de personas próximas al exrepresentante sindical de la Policía Local, que precisamente ingresó en prisión por amenazar a El Ico por su condición de testigo de la trama policial. Explicó que un hermano y un primo del policía le abordaron en un bar del Coll d' en Rabassa y le ofrecieron dinero, supuestamente, para que modificara su declaración. No aceptó la propuesta.

Por otra parte, inspectores de la Policía Judicial, que intervienen en casos de corrupción, afirmaron ayer que no tienen ninguna queja del trato que mantienen con el fiscal Subirán. Los policías reccionaron ante la noticia de la remisión, por parte de la Jefatura Superior, de un informe al ministerio del Interior en protesta por supuestas malas formas del fiscal hacia agentes, que estas fuentes desmienten.