El Festival Posidonia Mallorca sobre turismo y sostenibilidad arrancó ayer en su tercera edición abriendo un foro para la reflexión. La reconciliación de los dos conceptos, turismo y sostenibilidad, fue el tema sobre el que debatieron e intercambiaron opiniones expertos de distintos campos en una primera parte de un debate que concluirá el próximo sábado 27 en Deià. La saturación turística, el auge del alquiler vacacional y una situación que algunos de los asistentes tildaron de "emergencia" centraron los análisis.

Abrió el evento el director de la Agencia de Turismo de Balears (ATB), Pere Muñoz, que trató de hacer una introducción. Admitió que los "récords de turistas" no se traducen en "récords de rentabilidad" y que precisamente eso es lo que está "generando una percepción negativa del turismo" entre la población local. También citó la precariedad laboral, la escasez de recursos, la banalización de la cultura y la conflictividad como aspectos negativos. Por ello, planteó las líneas de la actual política del Govern: "No trabajar para tener más turistas, sino para tener mejor turistas", por una parte, y "desplazar turistas del verano al invierno" con el objetivo de acabar con los picos de presión humana y de dar estabilidad a los trabajadores del sector turístico.

Poner límites

Como respuesta a la saturación, el consultor ambiental Antoni Font planteó un debate ya recurrente en las islas: empezar a hablar de límites. Sin embargo, el primer límite por el que abogó fue por limitar el urbanismo en el archipiélago. "Tenemos una emergencia en Balears. Nos encontramos con una oferta limitada frente a una demanda infinita. Hoy mismo el turismo sostenible en Balears es una entelequia". "La sostenibilidad no la tenemos que inventar, la hemos tenido. La sostenibilidad tenemos que recuperarla", concluyó el consultor.

Coincidió con él, el vicepresidente de la asociación de alquiler vacacional Aptur, Antoni Torres, que también señaló el exceso de urbanismo y apuntó que "ya se han traspasado todos los límites posibles". Sin embargo, por lo que apostó fue por, "gestionar" la actual situación. "Hemos llegado a este punto. La Mallorca de principios de los 70 ya no la podemos recuperar, no podemos volver a una Mallorca de 300.000 habitantes. El reto que hay es gestionar", señaló.

Gentrificación

Con todo, el representante del alquiler vacacional admitió que en el centro de Palma hay "un proceso de especulación" y que detrás no estaba la actividad turística sino la actividad financiera. Los asistentes señalaron que "la gentrificación es un problema que se nota no solo en las informaciones que ofrecen los medios, sino en el día a día de la vida cotidiana".

Verónica Rosselló, del metabuscador de alojamiento vacacional Hundredrooms, aseguró que "el alquiler vacacional tiene una tendencia de ir cada vez más en aumento". "Es una cosa imparable que va a ir ocupando el lugar que le corresponde", apuntó.

Como dato extraído de las búsquedas de sus clientes aseguró que "el 35 por ciento de los usuarios busca destinos urbanos, mientras que un 65 por ciento busca zonas de relax: pueblos, playa o montaña". "Vemos que el alquiler vacacional no es tanto algo de las ciudades", zanjó.

En el foro también participaron el profesor de Economía de la UIB, Julio Batle; la cocinera Maria Solivellas; y el presidente del Clúster de Innovación Tecnológica, Miquel Payeras.