Los trabajadores de las islas son en estos momentos más pobres que en 2009, cuando la crisis comenzaba a asestar sus primeros golpes. En concreto, su capacidad de compra se ha reducido durante ese periodo en un 3,4%, según los datos facilitados ayer por la conselleria de Trabajo.

Este departamento ha elaborado una nueva herramienta estadística para hacer un seguimiento trimestral de la evolución de las retribuciones en el archipiélago, y la primera conclusión es que la recuperación económica está siendo asimétrica, es decir, no está llegando a los asalariados, según subraya el conseller Iago Negueruela.

Según el informe elaborado por la Conselleria, entre 2009 y 2016 los salarios han crecido en Balears un 5,15%, una tasa muy baja para un periodo tan largo, según reconoce el director general de Empleo, Llorenç Pou. El problema radica en que durante esos años los precios se han incrementado un 8,85%. Eso supone que el poder adquisitivo de los isleños se ha rebajado un 3,4%.

Este dato explica, según Negueruela, la insistencia con que el Govern está reivindicando que ha llegado el momento de elevar de forma sustancial las retribuciones, para que la recuperación alcance a todos los habitantes del archipiélago.

La buena noticia es que a finales de 2016 se ha dado un hecho que apunta a un cambio de tendencia. Durante el cuarto trimestre del pasado año las retribuciones mostraron un aumento del 1,7% respecto al mismo periodo de 2015, la subida más acentuada de los últimos meses. Eso, sumado a la mejoría en los sueldos que se ha pactado para el comercio balear y el incremento del salario mínimo interprofesional, hacen vaticinar un repunte en esta materia a lo largo de 2017.

Sin embargo, las conclusiones de este primer informe muestran todavía un saldo negativo para los asalariados de las islas, especialmente si se tiene en cuenta que éstos han puesto sobre la mesa más de lo que han recibido.

Salarios y productividad

Si se analiza el periodo 2009-2015, la riqueza que se genera por hora trabajada, es decir, la productividad, había aumentado un 10,9% en el archipiélago durante esos años, cuando el coste por hora realizada solo lo hizo un 4,2%. Eso supone un desfase del 6,1% en detrimento de los salarios de Balears, frente al 4,6% de la media española o al 2,8% de la Zona Euro. Es decir, los trabajadores de Balears son los peor recompensados.

Llorenç Pou pone de relieve que lo que sucede en Europa es un reflejo de que es posible que una apreciable subida de las retribuciones sea compatible con una notable mejoría de la productividad, dado que en ese periodo 2009-2015 los primeros se incrementaron en la Zona Euro un 12% (ocho puntos más que en las islas) mientras que la segunda lo hizo un 15,2%.

Otra de las conclusiones del estudio presentado ayer por Negueruela y Pou es la dispar evolución que se está registrando entre la riqueza que se genera en las islas y la parte que se quedan los trabajadores. En 2013 las retribuciones isleñas se elevaron un 0,5% mientras que la economía balear descendió un 0,5%, pero en 2014 esta última registró en las islas un crecimiento del 3% mientras que los sueldos solo lo hicieron un 1,5%. Mucho más acentuada fue la diferencia en 2015: el producto interior bruto balear aumentó un 3,7% pero los costes laborales solo lo hicieron un 0,2%, una brecha que se mantuvo durante el pasado año, al registrarse crecimientos del 4,5% y del 0,9% respectivamente.

El trato desigual que los asalariados han recibido durante los últimos ejercicios respecto a la riqueza que el archipiélago crea se pone en evidencia con otro dato facilitado en este informe: en 2015 Balears recuperó la misma producción que mostraba en 2008, convirtiéndose en la primera comunidad que lograba volver al punto de partida del inicio de la crisis. Sin embargo, en ese mismo periodo el valor global de las remuneraciones a los trabajadores isleños mostraba una reducción del 5,6%, hecho en el que influye tanto el montante de los salarios como el número de personas con un empleo.