La llegada de inmigrantes a Mallorca a bordo de pateras este 2017 está desbordando todas las previsiones. Son ya 67 los 'sin papeles' interceptados por la Guardia Civil este año, incluidos los 28 que han desembarcado desde el lunes en la zona de Santanyí. Las cifras abruman y contrastan notablemente con las de 2016, cuando únicamente se contabilizaron 26 inmigrantes llegados a la costa mallorquina de forma ilegal.

La Guardia Civil y la Policía Nacional localizaron el martes por la tarde a otros diez ciudadanos extranjeros llegados irregularmente que pasarán hoy a disposición judicial. Según informó la Delegación del Gobierno, cinco de ellos fueron detenidos en Santanyí. Otro se personó en la Comandancia de Palma manifestando haber llegado por mar a la isla junto a otras personas en una embarcación tipo patera. Estos diez ciudadanos 'sin papeles' se suman a los dieciocho que fueron localizados durante el lunes tras ser detectadas tres pateras en la playa de ses Covetes (Campos), en el Cap de ses Salines y en el Caló de sa Barca Trencada (Santanyí).

"Balears no es ajena a la presión migratoria marítima. El lunes asistimos a la llegada de tres pateras a nuestras costas, siendo este 2017 el que presenta las cifras más preocupantes", subrayó ayer la delegada del Gobierno, Maria Salom, durante la inauguración de la conferencia policial 'Mediterráneo-SAHEL' sobre inmigración irregular organizada por la Guardia Civil.

El Seahorse frente al SIVE

El año pasado no se interceptó una patera hasta el 7 de junio, cuando la Guardia Civil detuvo a los siete inmigrantes que iban a bordo. En septiembre llegaron otras dos con pocos días de diferencia que sumaban otros diecinueve ciudadanos extranjeros. Un total de 26 que desembarcaron en distintos puntos de la costa de Santanyí y Llucmajor.

El Seahorse Mediterráneo, un satélite financiado con fondos europeos y que estará a pleno rendimiento en 2018, debería convertirse en el arma definitiva para detectar estas embarcaciones antes de que toquen la costa y establecer unos protocolos de actuación para interceptarlas.

De momento está en fase de implantación, pero a la larga deberá sustituir al SIVE, un radar de alcance limitado situado en un punto estratégico del litoral mallorquín. Esta herramienta detectó una patera que llegó a la isla en Semana Santa, pero no a las tres embarcaciones que han tocado tierra desde el lunes.

En estos últimos casos la localización de los inmigrantes ha sido fruto de avisos de ciudadanos o de pesquisas policiales.

"Son jornadas muy provechosas para intentar entre todos los países del Sur de Europa y del Norte de África parar a estas mafias que lo que hacen es jugar con la vida de las personas que vienen en busca de una calidad de vida que no tienen en sus países de origen", valoró Salom sobre la conferencia 'Mediterráneo-SAHEL'.

La delegada del Gobierno se refirió a la implantación del Seahorse. "Se trata de trabajar con un satélite que abarque todo el Mediterráneo y que nos dé información de la existencia de embarcaciones grandes que propulsen a estas más pequeñas que llegan a la costa. Queremos parar a estas mafias que juegan con la vida de las personas necesitadas", indicó.

"Hace años se puso en marcha un proyecto europeo, Seahorse Atlántico, para controlar todo lo que pasa en esa parte del mar. Ahora trabajamos en el Seahorse Mediterráneo, un satélite que nos dé información precisa para tomar las decisiones más adecuadas para acabar con estas mafias. Todos los países implicados tienen que arrojar luz para poner fin a esta lacra", añadió.

Las cifras de inmigrantes llegados a Mallorca en patera este 2017 son contundentes y presagian un año muy movido en la costa isleña. Sin embargo, Salom consideró que este verano no se va a producir una llegada masiva de ciudadanos 'sin papeles'. "Espero y deseo que no. Lo que nos dicen es es un tema puntual", argumentó.

Poca actividad en 2015

Los registros de 2015 fueron muy modestos en comparación a los actuales. Únicamente tocaron tierra tres embarcaciones en Balears: una en julio en el litoral de Santanyí; otra en agosto, abandonada en una zona de la costa de Sant Josep (Eivissa); y una tercera en noviembre que fue interceptada en Formentera. El año anterior, 2014, llegaron a Mallorca dos pateras: una localizada en Cabrera y otra en la zona de Cala Figuera-Santanyí.

"Con todo este esfuerzo material y humano y la colaboración internacional, presente aquí, que debe contribuir a controlar este flujo migratorio en origen, debemos ser capaces de poner coto a esta situación que, no lo olvidemos, lleva aparejada un drama individual en cada una de las personas que cruza el Mediterráneo en condiciones inhumanas y muy peligrosas", señaló la delegada del Gobierno durante la inauguración de la conferencia policial celebrada ayer en un hotel de la Playa de Palma.

Salom confió en que "los expertos que hoy tenemos entre nosotros aporten luz a una situación impropia e intolerable en pleno siglo XXI".