La gestión del caso Minerval ha sido el principal motivo de tensión y fricción entre los candidatos a rector de la Universitat en el debate que ha tenido lugar esta tarde. Llorenç Huguet y Rafel Crespí han cruzado reproches en un cara a cara organizado por el Consell Social de la UIB y moderado por su presidenta, Francesca Mas.

Durante el acto, la palabra Minerval nunca ha sido nombrada (se ha hablado de "los recientes acontecimientos") pero ha generado las acusaciones más duras.

La primera mención encubierta al tema ha surgido al hablar sobre la necesidad de participación y transparencia, momento en el que Huguet ha defendido el exponer a la comunidad universitaria "todo lo que se pueda hacer público sin vulnerar la ley de protección de datos y respetando la presunción de inocencia", una referencia al expediente abierto por Montserrat Casas sobre las actividades del catedrático imputado, Pablo Escribá, y sobre cuya existencia no se informó. Crespí le ha reprochado esa ocultación y ha considerado que sin entrar en detalles sí que se podría haber dado información "de manera esquemática".

El hasta ahora rector se ha mostrado contrariado por el hecho de que el tema del Minerval haya acaparado parte del debate cuando "habían hablado de que no sería el leit motiv de la campaña".

A remolque de esta presunta estafa, la ética investigadora ha entrado en la campaña. El menorquín ha propuesto la adhesión a códigos de buenas prácticas mientras que Crespí ha defendido el servicio de inspección al entender que organismos ya existentes, como el comité de ética en la investigación, "voluntariosas pero que no han sido eficaces" ante el caso del Minerval. Ha añadido que el escándalo no se ha gestionado de forma adecuada y ha dejado una "alarma en la sociedad".

Huguet rechaza "la inspección y el control" al preferir "la prevención y formación", ha asegurado, y ha lamentado que su rival en los comicios rechazara hacer frente común para defender a la UIB tras haberse hecho pública las detenciones: "No le pedía hacernos una foto juntos, sino hacer piña por el bien de la institución".

Rafel Crespí le ha replicado que "ama la UIB" tanto como el rector, y ha añadido: "Si hubiese hecho piña con usted, después de las informaciones que han ido saliendo, ahora tendrí que esconderme debajo de la mesa.

El aspirante a la reelección ha indicado que este escándalo podrá "dañar al rector, pero no a la UIB que es tan fuerte que no la podrá destrozar".

La falta de democracia y debate interno ha sido otra de las críticas del economista al hasta ahora rector, y éste le ha intentado dejar en evidencia recordánle que nunca ha intervenido en el turno de preguntas de los claustros.

Los criterios de contratación y la difusión de las baremaciones y la composición de los tribunales ha sido uno de los puntos más defendidos por Crespí, que ha insistido en la necesidad de captar el mejor talento, abrir puertas y combatir la endogamia. Huguet ha quitado hierro a las críticas de endogamia señalando que es "un eslogan" y defendiendo que hasta cierto punto es lógico que los departamentos tengan interés en que sigan colaborando con el equipo gente que ya está vinculada.