El vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, tildó ayer de "discutibles" algunas conclusiones del estudio de los profesores de Economía de la UIB José Luis Groizard y William Nilsson sobre los efectos del alquiler turístico. Los dos académicos concluyeron que no existe en Mallorca una relación entre el actual auge de la vivienda vacacional y el incremento de precios del alquiler residencial en Balears. "Es un estudio con aspectos muy interesantes pero hay afirmaciones discutibles que otros investigadores ya han cuestionado", recordó Barceló en el Parlament.

Groizard y Nilsson aseguraban tras su estudio "no haber detectado que el alquiler turístico tenga un efecto sobre los precios del alquiler residencial", extremo del que el vicepresidente difiere.

Barceló valoró la investigación de los académicos para responder al diputado del PP Álvaro Gijón, que apeló al estudio de los dos economistas para defender que "los efectos del alquiler turístico son limitados"y que "con la regulación restrictiva" del Ejecutivo autonómico "se impide acabar con algunos males de la economía balear". Gijón señaló que las conclusiones del estudio van en consonancia con el discurso que mantenían las formaciones de izquierda la pasada legislatura: "Ustedes habrían firmado la pasada legislatura este estudio solo por venir de la UIB". El parlamentario popular recordó que el estudio de los académicos apunta que el alquiler vacacional "está contribuyendo a aportar recursos a las familias que no viven del turismo, repartiendo así la riqueza del turismo más equitativamente, que era lo que defendían ustedes".

Detrás de los desahucios

Barceló contrapuso el estudio de los dos investigadores en Economía con el de los geógrafos de la UIB Sònia Vives, Onofre Rullan y Jesús M. González, que vinculan los desahucios a la presión del alquiler turístico. Según estos, tras analizar la situación en los últimos años en varios barrios de Palma, la revalorización del alquiler es lo que expulsa a familias de sus hogares por los impagos.

"Respetamos todos los estudios de la UIB y el debate académico", zanjó con todo Barceló.