El Conservatorio de Música perdió ayer su tranquilidad sabatina con el ir y venir de los afiliados de El Pi y los invitados a su II congreso tras la fundación del partido. Todos los partidos mandaron representación excepto Podemos y Més por Menorca, aunque estos últimos excusaron su ausencia.

Bel Oliver, por el PSOE; Joan Rotger y Antoni Mulet, por el PP; Mercè Bujosa, de Més por Mallorca, Joana Maria Capó, de Ciudadanos, y Cristòfol Soler y Mateu ´Xurí´, de Sobirania per les Illes, fueron algunos de los rostros políticos de la isla que se dejaron ver durante el congreso celebrado ayer. De fuera acudieron el senador del PNV por Vizcaya, José María Cazalis, y una representante de Coalición Canaria Guadalupe González.

El mundo empresarial también acudió a la llamada del partido regionalista y entre políticos y militantes también se pudo ver a Ramón Reus, presidente de la Agrupación de Alquiler de Vehículos; a Joan Miralles, el presidente de los apartamentos turísticos (Aptur); Bernat Coll, de Pimeco, Joan Simonet de la organización agraria Asaja o al presidente del Cercle d´Economia, Andreu Rotger.

Y todos ellos, políticos y empresarios y simples militantes de base, se concentraron ante las mesas del copioso berenar que se ofreció al mediodía. Un ágape en el que no faltaron las especialidades típicas de la isla y varias greixoneras caseras de salmón escabechado preparadas por la madre del propio presidente del partido, Leonor Barceló. Fuera de los focos, el todavía líder de El Pi en el Consell, Antoni Pastor, justificaba su salida de la Ejecutiva en que "cuando no se me considera imprescindible, me aparto. Y esto es todo lo que se puede decir", concluyó, enigmático.