Pere Muñoz Perugorría, nombrado director de la Agencia de Turismo de Balears (ATB) por el vicepresident Barceló (Més), adjudicó a dedo un contrato menor a Jaume Garau, director de campaña de Més. Lo hizo después de haber compartido años de trabajo en la empresa Barcelona Media con el propio Garau, que fue durante años su subordinado en proyectos de la firma en Cataluña y Brasil. Lo confirman documentos internos de Barcelona Media y lo reconoce, tras ser contactado por este diario, el propio Pere Muñoz, que admite que también era perfectamente consciente de que el propio Jaume Garau había sido unos meses antes de la contratación el director de la campaña de Més en las elecciones autonómicas del año 2015, culminadas con el ascenso al Govern de Més y del PSIB. Por si hubiera dudas, la firma de Muñoz aparece en el documento de adjudicación de 21.562,20 euros a la empresa Regio Plus, propiedad de Garau, cuyo nombre y teléfono figuran en el mismo documento.

La colaboración de Pere Muñoz y Jaume Garau en la empresa privada se prolongó durante varios años, entre 2010 y 2013. En esas fechas Muñoz ejerció primero como director del Laboratorio de Cultura y Turismo de la firma especializada en comunicación Barcelona Media. El equipo de Muñoz y Garau promovía proyectos innovadores ligados a la cultura, el turismo y el patrimonio, desarrollados luego en empresas privadas y administraciones públicas de España y países de Sudamérica. (Precisamente la promoción cultural y turística está en la base de las seis empresas propiedad de Pere Muñoz, que dejó la gestión de las mismas en manos de su socio, Rafael Durán (exconcejal del PP), cuando entró en el Govern en 2016.)

En una segunda fase dentro de Barcelona Media, Muñoz fue nombrado director de Proyectos Estratégicos, y desde ese puesto se encargó de montar la delegación de la compañía en Salvador de Bahía (Brasil). En esta etapa también tuvo a su lado a Garau. Preguntado al respecto, Muñoz explica que el que luego fue jefe de campaña de Més se ocupaba de proyectos de desarrollo turístico en Brasil. Muñoz no oculta en ningún momento que, fruto de esa colaboración, le llegó a unir a Garau una relación de amistad. Pese a ello, el director de la Agencia de Turismo no consideró que hubiera conflicto de intereses, ni dudó a la hora de adjudicarle un contrato a Garau, cuyos proyectos por valor de 150.000 euros con consellerias de Més están siendo investigados por la Fiscalía Anticorrupción y provocaron la destitución de la consellera de Cultura, Ruth Mateu, y varios de sus directores generales. No ha habido en cambio consecuencias en la Vicepresidencia de Barceló, que adjudicó a Garau a través de la ATB de Muñoz y de la Dirección de Innovación de Josep Lluís Pons.

Ni dudas legales, ni éticas

Pere Muñoz niega toda ilegalidad, y ni siquiera cree que haya un déficit ético en la contratación de su excompañero, amigo y jefe de campaña del partido que le nombró. "Para mi lo ético es utilizar de forma eficiente los recursos públicos. Si la adjudicación está dentro del precio de mercado, es una buena propuesta, es un proyecto necesario y la empresa ofrece garantías de calidad, eso es ético. Garau había hecho trabajos de calidad con administraciones de distinto color político. Si la ley dijese que no se puede contratar con personas o empresas que hayan tenido vínculos con el partido o en la campaña, hablaríamos de otra cosa. Tampoco tratábamos de vestir la adjudicación para dársela a Garau: hace años que en la ATB se piden tres presupuestos para cualquier contrato. Es poco creíble que se nos acuse de vestir el contrato, cuando podemos adjudicarlo directamente a quien queramos", argumenta.

El director de la Agencia de Turismo defiende además la necesidad de contratar a Garau para elaborar un "barómetro": "Necesitábamos conocer la percepción que tienen los turistas". Era un contrato menor, con lo que Muñoz podría haber elegido legalmente a quien quisiera. Aún así invitaron al proceso en el que comparecía Garau a otras cinco empresas, una práctica que en otros casos ha sido considerada por la Fiscalía Anticorrupción indicio de un posible delito de tráfico de influencias.

Muñoz no lo ve así. Dice que buscó competencia entre empresas, sin que hubiese intención previa de adjudicar a Garau. "Lo primero que se pide es precio. Nos ofrecieron hacerlo por 10.000 euros, la más barata y 50.000, la más cara. El técnico [de la ATB] hizo un trabajo meticuloso y explicó que en estos casos se busca un precio medio, y se vuelve a pedir a las empresas que presenten proyectos de esas características e informen de mejoras. Luego el técnico hizo una propuesta y se adjudicó", relata-

Con lo que Garau obtuvo el trabajo por 21.562 euros, el doble de lo que costaba la propuesta más económica. Algo que, según Muñoz, solo obedece a razones técnicas, no a su su relación personal y profesional con Garau. "Entiendo que puede pensarse que fue porque lo conozco, pero no. No podía discriminar a Jaume [Garau]. Nos conocemos hace muchos años y hemos compartido muchas cosas. Que hayamos trabajado juntos no le puede ir a favor [en una adjudicación pública], pero tampoco en contra", zanja Muñoz, en una reflexión que recuerda a las pronunciadas por altos cargos de tiempos de Matas (PP) pillados en falta. Con todo, Muñoz no tiene intención de dejar su puesto: "Todo lo que hemos hecho es legal", insiste. Asegura por ello que está preocupado ("no puedes controlar todo lo que rodea a una contratación"), pero con la conciencia tranquila, pese a que la Fiscalía está estrechando el cerco en los últimos días.La adjudicación

Pere Muñoz reconoce que sabía que estaba contratando al jefe de campaña de Més para hacer un estudio de la percepción que tienen de las islas los turistas que las visitan, aunque en cualquier caso le costaría alegar ignorancia: su firma está en el documento en el que se adjudica el contrato a Jaume Garau, donde también figuran el teléfono y el correo electrónico de Garau. Muñoz explica que no pensó que fuera a haber una crisis política a raíz de adjudicaciones de instituciones gestinadas por Més a la empresa de un político de Més y subraya que antes de adjudicar compararon seis propuestas.