La apertura de juicio oral contra 82 controladores de Balears por un presunto delito de sedición va a provocar de forma inevitable problemas en el tráfico aéreo de las islas por la escasez de personal que va a generar en el centro de control y en la torre de Palma, según subrayó ayer el portavoz del sindicato profesional USCA, Daniel Zamit.

El motivo esgrimido es bien simple: durante los días en los que estas personas deban permanecer sentadas en el banquillo, el personal del control aéreo del archipiélago se verá deducido en algo más de un 40%, según se puso de relieve.

Zamit recordó que los acusados tienen la obligación de estar presentes en diferentes momentos del juicio oral, pero también “derecho” a hacerlo durante todo este proceso. Además, puso de relieve que la escasez de personal existente en este colectivo profesional en España (desde el sindicato se recuerda que en España no se convoca un concurso público para acceder a ester cuerpo desde 2006) hace muy difícil que los ausentes puedan ser sustituidos.

El portavoz de USCA señaló que lo que va a suceder en los aeropuertos de Balears durante el juicio oral es similar a una autopista de peaje con 50 cabinas de cobro en la que de golpe se cierran la mitad: colas de coches e incluso la posibilidad de tener que restringir el tráfico en esa vía para evitar su colapso. Por ello, vaticinó que sobre el cielo balear se van a registrar durante las jornadas del juicio más retrasos de los habituales en los vuelos e incluso la posibilidad de tener que reducir las operaciones previstas.

En este sentido, se recordó que la normativa es muy estricta respecto al tiempo que un controlador puede estar en activo y sobre los descansos que se deben de tomar, dada la fuerte tensión que supone este trabajo.

A ello se añade un nuevo elemento a tener en cuenta: la fecha del juicio. Porque el impacto que el déficit de controladores puede generar sobre las islas no es el mismo en verano, en la punta álgida de la temporada turística, que en invierno, pese a que Daniel Zamit recordó que la actividad en Son Sant Joan durante la temporada baja se ha incrementado notablemente durante los últimos años, lo que implica que los problemas que se pueden generar también podrían ser considerables.

Cabe recordar que la Audiencia de Palma confirmó el miércoles el auto de procesamiento de los 82 controladores, acusados de un delito de sedición, o subsidiariamente de otro de huelga ilegal de funcionarios que afecta a un servicio público.

Doble preocupación

El portavoz de USCA reconoció que la preocupación del sindicato y del colectivo de controladores es doble en estos momentos. En primer lugar, por las 82 personas que deberán sentarse en el banquillo, según indicó Daniel Zamit, por la presión adicional con la que están trabajando en estos momentos, en unas labores sobre las que destacó la responsabilidad que comportan. Pero el representante sindical admitió que también genera alarma las condiciones en las que se verán obligados a desarrollar su trabajo los controladores que se mantengan en activo durante las jornadas en las que sus compañeros deban permanecer en la sala del juicio.