La demanda inmobiliaria en las islas está alcanzando unos niveles impensables durante los últimos años. Durante los tres primeros meses de este año se han adquisito en Balears 3.804 viviendas, lo que supone un incremento de estas operaciones de un 24% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio

Los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ponen en evidencia el enorme interés existente por hacerse con una residencia en las islas: las compraventas durante los tres primeros meses de este año afectan a 3.071 viviendas de segunda mano, lo que supone un aumento del 30%, y a 733 de nueva edificación, en este caso con una subida del 3,9%. En conjunto, en esos tres meses se han adquirido 738 inmuebles más que en el mismo periodo de 2016.

Escasez de vivienda nueva

La razón de semejante brecha en la evolución de ambos productos en bien simple, según lamenta el presidente de la asociación de promotores de Balears Luis Martín: en el archipiélago apenas queda suelo a un precio asequible que permita poner en marcha un número apreciable de nuevas edificaciones residenciales, lo que está trasladando la mayor parte de la demanda al producto de segunda mano.

Hay varios factores que explican esta evolución más allá de las compras protagonizadas por los isleños que buscan una residencia. En primer lugar, se destaca el peso que ha adquirido la demanda extrajera en el archipiélago, pero se apunta también la relevancia que comienzan a tener las compras que se ponen en marcha como inversión para poner posteriormente el inmueble en el mercado del alquiler.

En este sentido, Luis Martín señala que un piso que se alquila aporta con facilidad una rentabilidad próxima al 5%, cuando en los bancos apenas se consigue llegar al 0,5%, lo que explica que el ladrillo se esté viendo de nuevo como refugio de los ahorradores. Y según el presidente de los promotores, cada vez es mayor el número de pisos que se adquieren para destinarlo al alquiler residencial y no al turístico, ante las incertidumbres que se abren sobre este último a causa de la regulación que el Govern prepara en esta materia

Este fuerte crecimiento de la demanda explica que también la evolución de los precios esté disparada, lo que está permitiendo a los propietarios de inmuebles usados hacer un magnífico negocio con la venta de sus viviendas de los que muchos promotores profesionales se están viendo excluidos al no disponer de suelo, especialmente a un precio asequible para el mercado local. Y este bloqueo en la actividad promotora se achaca en parte a la política urbanística de la actual Administración.

Otro dato a tener en cuenta es que aunque la adquisición de viviendas en Balears está creciendo a ritmos muy intensos, todavía no se alcanzan las cifras que se manejaban antes de la crisis. Como ejemplo, conviene recordar que durante el primer trimestre de 2007 se adquirieron en el archipiélago 6.628 inmuebles, lo que refleja el derrumbe que este mercado registró durante los años de crisis.

Datos de marzo

Si se analizan solo los datos de marzo, publicados ayer por el INE, las viviendas vendidas en las islas durante esos 31 días fueron 1.355, en este caso con un incremento del 39,4% en relación al mismo mes de 2016. Esa subida interanual es la quinta más importante de España (la superan el 48,3% de Cantabria, el 45,2% de Aragón, el 41,4% de La Rioja y el 40,3% de Asturias) y queda muy por encima del 26,9% de la media estatal.

Eso supone además una tasa de 148 viviendas adquiridas en las islas por cada 100.000 habitantes con edades entre los 18 y los 84 años, la segunda más elevada de toda España, solo superada por las 150 de la Comunidad Valenciana. La media estatal se sitúa en 110 viviendas adquiridas por cada 100.000 habitantes de la franja de edades antes señalada.