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Urbanismo

Viviendas de protección oficial en sa Gerreria se alquilan a turistas

La empresa que gestiona los alquileres públicos en el antiguo barrio chino palmesano arrienda pisos a través de Airbnb y Booking - Ayco oferta los pisos en internet desde 150 euros la noche obviando la calificación de VPO que pesa sobre ellos

Viviendas de protección oficial en sa Gerreria se alquilan a turistas

Tres pisos de protección oficial ubicados en el barrio palmesano de sa Gerreria están siendo alquilados a turistas por 150 euros la noche pese que por ley están reservados a ciudadanos con dificultades de acceso a la vivienda.

El Govern balear, a través del Ibavi, confirma que estos pisos tienen en la actualidad la calificación de "vivienda protegida privada" y que por tanto es "ilegal" destinarlos a alquiler turístico o a cualquier otro tipo de arrendamiento cuyo precio esté por encima del régimen de renta concertada.

Las viviendas están repartidas entre el número 1 y el número 2 de la calle Forn del Vidre Vell, en el corazón de un barrio que hace una década sufrió una transformación urbanística radical.

Trabajadores de Ayco Grupo Inmobiliario, la empresa que gestiona los contratos de estos pisos protegidos, ofrecen en alquiler los tres apartamentos a través de los populares portales Airbnb y Booking. La oficina de Ayco en la calle Can Salat, abierta teóricamente para atender consultas y problemas de los inquilinos, está a escasos metros de las viviendas que ofertan ilegalmente a turistas.

Los pisos no pueden alquilarse o venderse en el mercado libre. "La vivienda habrá de ser destinada exclusivamente a domicilio y hogar permanente del arrendador y su familia, no pudiendo cederla ni subarrendarla, ni admitir huéspedes ni convivientes", establece claramente un contrato de alquiler de uno de los dos edificios firmado en fecha reciente.

En el barrio de Sa Gerreria hay un tercer bloque destinado a alquiler social que se levanta en el número 6 de la calle l'Hostal de Santanyí, aunque en este caso no hay constancia de que Ayco lo utilice para alquiler vacacional. En la fachada luce una placa del Govern balear que lo distingue como edificio reservado para viviendas protegidas. En cambio, las dos placas clavadas en los dos bloques de Forn del Vidre Vell desaparecieron de la noche a la mañana el pasado octubre, según relatan varios vecinos.

El negocio es jugoso. Los inquilinos de estos bloques de régimen de protección pública pagan alrededor de 450 euros al mes. Por contra, los tres apartamentos se ofertan en internet desde 150 euros por noche. Y ya tienen casi todo el verano completo.

Este diario comprobó el viernes que desde la oficina de Ayco se realizan todo tipo de trámites para promover los alquileres vacacionales. Aparentando interés por arrendar uno de los tres apartamentos, dos trabajadores informaron de precios y disponibilidad, y enseñaron uno de los tres pisos.

Asimismo, advirtieron de que próximamente iban a retirar los pisos de Airbnb "por la mala fama" que tiene el portal, pero dejaron claro que iban a poder seguir haciéndose reservas a través de Booking. Los pagos, indicaron, se realizan en la misma oficina.

Este negocio se realiza con el consentimiento expreso de Alba Barrena Valverde, directora de Operaciones de Ayco. Los tres anuncios de Airbnb están gestionados por un mismo perfil, Fran, que trabaja en la oficina de Ayco de la calle Can Salat. En noviembre Barrena, que también tiene un perfil en Airbnb, escribió un mensaje a Fran haciéndose pasar por una turista satisfecha que había pernoctado en uno de los tres apartamentos.

"La recepción de los propietarios fue estupenda. Me proporcionarían (sic) todo tipo de información sobre la ciudad, playas, sitios de interés, etc. El apartamento está en pleno centro de Palma y todo nuevo, me sentí como en casa. Me hicieron mi estancia muy cómoda. La cocina con todo tipo de equipamientos y el wifi funciona súper rápido", escribió esta ejecutiva de Ayco.

Fran no tardó en contestar a su jefa: "Apreciada Alba. Muchas gracias por tus palabras. Estamos encantados de haberte conocido y deseamos volver a tenerte pronto en la isla".

Vecinos consultados por este periódico sitúan el inicio del trasiego de turistas en los apartamentos en octubre, coincidiendo con la desaparición de las dos placas identificativas del Govern. Estas mismas fuentes aseguran además que Barrena ha sido la principal responsable de la gestión de los pisos de alquiler social.

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