Bartolomé Cursach, el magnate del negocio nocturno de Mallorca, seguirá en prisión. Y todo parece indicar que seguirá privado de libertad durante varios meses más. El juez Penalva comunicó ayer a la defensa del investigado que rechaza la doble propuesta que le planteó la semana pasada y sostiene que, pese a que Cursach lleva algo más de dos meses privado de libertad, la situación no ha cambiado para que ahora pueda quedar libre.

La defensa de Cursach, que ejerce el abogado Enrique Molina, exfiscal de la Audiencia Nacional, no había recurrido hasta ahora ni una sola de las decisiones que adoptó el juez, ni siquiera el auto por el que justifica su ingreso en prisión acusado de más de una docena de delitos. El propio empresario, a sus allegados, les había expresado desde la cárcel su desesperación por la situación que vive y se quejó de que su defensa no hubiera presentado ningún escrito al juez pidiendo su puesta en libertad.

Primer escrito

La pasada semana el abogado reaccionó y presentó su primer escrito en el juzgado. No pedía directamente la libertad de Cursach. La propuesta que le planteó al juez fue que levantara el secreto de sumario y que si lo rechazaba, entonces dejara en libertad al empresario, alegando que en estos momentos se siente indefenso porque no conoce el contenido de las declaraciones de los testigos que han declarado en su contra.

Sin embargo, ni uno solo de los argumentos expresados por el abogado en este escrito han convencido al juez. Todo lo contrario. El magistrado Manuel Penalva le contesta que en este caso se dan todos los requisitos que establece la ley para justificar el ingreso en prisión de una persona que está siendo investigada. Por ejemplo, según cita el juez, continúa existiendo un riesgo de fuga, pues el empresario tiene medios más que suficientes para poder huir. Pero el motivo que más justifica esta situación preventiva es la protección de los testigos que han ido declarando contra el empresario, de los que muchos de ellos han sufrido episodios de amenazas por parte de personas próximas a Cursach.

Sobre el levantamiento del secreto de la investigación, el juez también lo rechaza. Y para justificarlo le recuerda a la defensa que la investigación continúa, que desde que Cursach está en prisión se ha tomado declaración a muchos testigos y que todavía falta por interrogar a más de 30 personas. Penalva no considera que Cursach pueda alegar en estos momentos de la investigación que se siente indefenso, porque no sabe las pruebas que hay contra él. El magistrado le recuerda al abogado que dictó un extenso auto, de más de 250 folios, para justificar el ingreso en prisión de Cursach, en el que le indicaba las pruebas acumuladas.