La tesis expuesta ayer por dirigentes de UGT, CCOO y del Govern balear se resume en que durante los años de la crisis, y de la mano de la reforma laboral del PP, los trabajadores han visto sustancialmente recortados sus derechos, pero una vez ya en el camino de la recuperación, tanto a los empresarios como al Gobierno central se les ha olvidado que la nueva riqueza que se genera debería de revertir también en las plantillas y no quedarse en manos de unos pocos. Eso explica que algo más de mil personas salieran ayer a las cales de Palma para reivindicar empleo estable, salarios justos, pensiones dignas y más protección social, tal y como rezaba la pancarta que encabezaba la manifestación convocada con motivo del Día del Trabajador.

Entre el millar de personas que secundaron la convocatoria de UGT y CCOO (unas 2.500, según las estimaciones de ambas organizaciones), a los que hay que sumar algunas decenas más en los actos organizados por otros sindicatos, se encontraban presentes representantes de los partidos políticos que dan respaldo al Ejecutivo autonómico (PSOE, Més y Podemos), y cargos públicos como los consellers de Trabajo y de Servicios Sociales, Iago Negueruela y Fina Santiago respectivamente, o el alcalde de Palma, José Hila.

El mensaje de los dos consellers antes señalados y el de los secretarios generales de UGT y CCOO en las islas, Alejandro Texías y José Luis García respectivamente, fue similar en muchos puntos: la recuperación económica no está llegando a todos los ciudadanos y los beneficios de unas temporadas turísticas de récord se están quedando en unas pocas manos empresariales.

Según apuntó el conseller Negueruela antes de iniciarse la manifestación, la jornada de ayer tenía un carácter eminentemente reivindicativo, con el objetivo de reclamar la recuperación de derechos y una mejoría salarial, para lo que consideró necesaria la derogación del la reforma laboral con el fin de equilibrar así las fuerzas de sindicatos y organizaciones empresariales, ahora claramente con la balanza inclinada en favor de estas últimas. Además, señaló la necesidad de que el empleo sea de mayor calidad para superar la crisis.

También la consellera Fina Santiago denunció que la redistribución de la riqueza no está funcionando, y recordó que reivindicaciones de finales del siglo XIX, como es el de una jornada laboral de ocho horas diarias, todavía están vigentes a la vista de las cargas de trabajo que actualmente se aplican.

Por ello, ambos representantes del Govern defendieron iniciativas impulsadas desde el equipo que preside Francina Armengol, como las políticas activas de empleo, la renta social o las medidas encaminadas a prolongar la temporada turística.

"Salir a recuperar derechos"

Alejandro Texías y José Luis García reiteraron esas mismas reivindicaciones segundos antes de iniciar la marcha que, partiendo de la Plaza España, recorrió Oms, la Rambla, Joan Carles I y el Born. Ambos hablaron de la necesidad de recuperar derechos de los trabajadores, y para ello se reclamó la derogación tanto de las últimas reformas laborales como de la denominada Ley Mordaza. Según Texías, ha llegado el momento de que "los empresarios dejen de ganar tanto y comiencen a repartir la riqueza con los trabajadores". Prácticamente las mismas palabras partieron de José Luis García, que denunció la indignidad que supone el que en unos años de récords turísticos los beneficios generados no estén alcanzando a las plantillas. Por ello, defendieron la necesidad de "salir a la calle a recuperar derechos perdidos".

Explotación y corrupción

Con unos minutos de retraso, se inició la citada manifestación, durante la cual las reivindicaciones laborales fueron la constante (como las referidas a la siniestralidad, además de las vinculadas a la calidad de contratos y salarios), pero en la que también se dejaron caer alusiones contra los casos de corrupción existentes en el país ("no hay pan para tanto chorizo", se gritaba). Por el camino, alusiones también a las denuncias que se formulan contra algunas empresas que trabajan para la Administración pública y a las que se acusa de explotación, y contra Aena por las condiciones laborales en los aeropuertos.

Una vez en el Born, y ya con una presencia más reducida de manifestantes, fue el turno de los discursos de los secretarios generales. José Luis García aprovechó la ocasión para acusar a Gobierno central y patronales de haber "dinamitado" la negociación colectiva para evitar la firma de nuevos convenios y de haber impulsado una precariedad laboral que afecta de forma especial a mujeres, inmigrantes y jóvenes. Alejandro Texías subrayó, entre otros aspectos, la necesidad de reclamar subidas salariales de al menos un 3%.