-¿Qué ha fallado en la UIB para que dos de sus catedráticos presuntamente estafaran más de 600.000 euros vendiendo falsos medicamentos a enfermos de cáncer?
-No soy quién para establecer juicios de valor sobre la actuación de la Universitat en todo este desagradable asunto. Lo único que puedo decir es que se trata de una pésima noticia. Aquí ha ocurrido algo que debemos intentar que no vuelva a ocurrir por lo que sería deseable que se establezcan los controles necesarios para que los responsables de este hecho sean corregidos y penalizados.
-Estos presuntos delincuentes también les convencieron a ustedes ya que subvencionaron su proyecto investigador con 180.000 euros. ¿Cómo lo consiguieron?
-La subvención vino motivada por la calidad del proyecto. Un proyecto que pasó una evaluación interna de nuestro comité evaluador y otra externa de la agencia nacional de evaluación. El objetivo, además, era muy elogiable: encontrar un tratamiento para el glioblastoma, uno de los tumores más devastadores y de peor pronóstico. Y el equipo investigador contaba con las máximas garantías. La primera subvención fue de escasa cuantía, unos cinco mil euros.
-¿Y el resto?
-Los 180.000 euros se repartían en tres anualidades de 60.000. Hemos pagado las dos primeras en los meses de enero de 2016 y 2017. Y, desde luego, la de enero del próximo año ya no se abonará. Hemos bloqueado ese tercer pago.
-¿Podrán recuperar las subvenciones ya dadas?
-Lo hemos consultado con nuestros servicios jurídicos y nos han trasladado que tenemos escasas posibilidades de recuperar esos 120.000 euros.
-¿Cómo sorteó este proyecto de investigación los filtros que tienen establecidos?
-Por norma general, cada seis meses pedimos a los investigadores becados información sobre la situación del proyecto. Y nos tenemos que fiar de lo que nos dicen. No podemos ponerles a un policía para que vigile su trabajo. Era una investigación que pintaba muy bien aunque finalmente hemos comprobado que en el desarrollo de este proyecto se han violado todas las normas que deben seguirse en los procesos investigadores.
-¿Han tenido alguna experiencia similar anteriormente con otras becas?
-No. En los últimos diez años habremos becado entre 16 o 17 proyectos de investigación y tan solo en una ocasión nos encontramos con un trabajo en el que faltaban datos y le dimos a la investigadora un plazo de seis meses para actualizarlos o, en caso contrario, le retirábamos la beca.
-¿De dónde procedían los fondos con los que se subvencionaron las investigaciones de los dos catedráticos?
-Mayoritariamente, de las cuotas de nuestros socios. El resto del dinero que manejamos procede de la organización de eventos deportivos y sociales, del merchandising de productos de la Asociación, de las cuestaciones, de la lotería... No obstante, tanto en el comité ejecutivo nacional como en la junta provincial de Balears hemos apostado por financiarnos casi exclusivamente con las cuotas de los socios con el objetivo de ganar estabilidad e independencia. Nuestro objetivo es que en el año 2020 el 80% de nuestra financiación proceda de las cuotas, lo que conllevará una mayor responsabilidad de transparencia, que los socios conozcan el estado de las cuentas.
-¿Es cierto que van a ofrecer un abogado gratuito a las víctimas de esta presunta estafa?
-Sí, porque desde la Asociación queremos estar a su lado para darles el apoyo social, laboral, psicológico o médico que precisen. Precisamente ayer (por el pasado jueves. Esta entrevista se realizó el viernes) mantuvimos la primera reunión en la que participó la familia de un adolescente fallecido y el letrado que nos ha sugerido nuestro secretario del consejo provincial, el notario Alvaro Delgado.
-¿Cuántas víctimas de este fraude se han mostrado interesadas por acogerse a esta representación legal gratuita?
-Hasta el momento tres.
-¿Y cuál fue el consejo del abogado en esta primera reunión?
-Que aunque los perjudicados se unan, que las acciones judiciales sean individuales porque cada caso tendrá matices diferentes.
-¿Ha sugerido alguna de las familias afectadas que reclamará una indemnización económica a la Universitat?
-Por el momento no. Lo que les hemos recomendado es que no den ningún paso sin el debido asesoramiento legal. Y nosotros estaremos junto a ellos para el objetivo que cada uno se plantee, ya sea un resarcimiento por los daños físicos o morales o una indemnización económica. Pero todos los afectados con los que hemos hablado se han mostrado dolidos por el daño moral y físico que se les ha ocasionado y han dejado el perjuicio económico en un segundo plano.
-¿Qué persiguen con esta asistencia legal gratuita?
-Dos objetivos fundamentales. El primero, ayudar a las víctimas. Y el segundo, evitar que todo este feo asunto salpique al resto de investigadores de la UIB sobre los que no albergamos ninguna duda sobre la calidad ni la decencia de sus trabajos. Con dos de los 150 grupos de investigación tenemos suscritos acuerdos de colaboración y, según nuestros controles, están haciendo las cosas bien.
-¿Quién cree que ha dañado más el prestigio investigador de la UIB? ¿Estos dos catedráticos o los dirigentes universitarios que han mirado hacia otro lado?
-Eso lo dirá el juez.
-¿No cree que la UIB se ha mostrado muy tibia a la hora de salir en defensa de las víctimas de este presunto fraude cometido en el campus?
-No entraré a valorar lo que hagan otras instituciones sino lo que hagamos nosotros.
-Si desde el año 2000 el doctor Escribá presumía de haber curado un glioma a una paciente cuando aún faltaban doce años para iniciar el primer ensayo clínico del Minerval, ¿por qué cree que se ha tardado tanto en actuar contra él?
-No lo sé, me parece cuando menos sorprendente. Y te diré algo más. He visto alguna factura de un pago por Minerval que databa del año 2005.
-¿De qué cantidad?
-De menos de 18.000 euros pero de más de 1.000.
-Está documentado que dos investigadoras denunciaron en 2014 al vicerrector de Investigación, Jaume Carot, que los métodos del equipo de Escribá eran cuando menos cuestionables y suponían un desprestigio para el resto de grupos de investigación de la UIB. ¿A qué atribuye que los responsables universitarios no actuaran entonces?
-No lo sé. Parece que los mecanismos internos de la UIB probablemente tendrían que haber sido mejores. Pero yo no soy quién para dar consejos."Ofrecemos asistencia letrada gratuita a los afectados y ya hay tres familiares interesados en ella"
-En verano de 2014 se organizó una visita a la reina Sofía al laboratorio de los catedráticos hoy investigados. ¿Le ha llegado alguna reacción de la Casa Real una vez que se ha hecho público este escándalo?
-No, nos ha llegado ninguna queja y eso que la reina Letizia ostenta la presidencia de honor de la Asociación Española Contra el Cáncer. Aunque también es cierto que desde que el martes de Semana Santa se destapó el asunto tampoco hemos tenido ninguna reunión a la que asistiese la Reina.
-¿Ni tampoco han recibido alguna solicitud de información por parte de la Reina emérita?
-No, para nada.
-Explíqueme de la manera más clara posible qué fases debe completar una molécula hasta convertirse en un medicamento seguro que pueda adquirirse en las farmacias.
-Primero tiene que haber una fase preclínica en la que se deben cumplir los objetivos fijados para la molécula con animales de laboratorio. Dependiendo de lo que se esté investigando, esta fase puede prolongarse de seis meses a dos años. Se trata de una fase absolutamente imprescindible que debe arrojar resultados positivos para poder pasar a la siguiente.
-A la fase I...
-En la que se evalúa la eficacia y la seguridad del medicamento en unas pocas decenas de voluntarios humanos. Y si se supera esta se pasa a la II en la que se sigue probando la eficacia y seguridad del producto pero ya con unas cohortes de centenares de pacientes. Y en la tercera fase se haría lo mismo pero con miles de personas, lo que obligaría a hacerlo en varios centros y en varios puntos de un país o de diferentes lugares del mundo. Mi experiencia procede de la vacuna del virus del papiloma humano (para prevenir el cáncer de cuello de útero) y te diré que en la fase II participaron entre doscientos y trescientos voluntarios en cada uno de los dos brazos de la investigación mientras que en la fase III lo hicieron unas veinte mil personas en cada brazo. Esto es lo que convierte a la investigación en multicéntrica, porque un solo hospital no puede reunir a tantos voluntarios, e incluso en multinacional.
-¿Y si se supera esta fase III?
-Solo resta el proceso de licencia por parte de la Agencia Española Medicamento. O la Europea o la FDA, su equivalente estadounidense. A veces se dan todas las autorizaciones simultáneamente."Hemos visto que con el proyecto de Escribá se han violado todas las normas que deben seguirse"
-¿Cuántos fármacos que se investigan acaban siendo vendidos en las farmacias?
-En el caso de las vacunas, te diré que tardan entre quince y veinte años en sortear todas las fases y que solo una de cada diez completa todo el ciclo y se comercializa.
-¿Y qué inversión requiere todo el proceso?
-Unos cinco millones de dólares, un desembolso lo suficientemente importante para que se apueste solo por moléculas que tengan grandes expectativas de acabarlo. Puede parecer mucho dinero pero creo que es poco comparado con los trece millones de dólares que se gasta una empresa fabricante de pelotas de golf por cambiar el diseño de su producto.
-¿En qué fase se encuentra Minerval?
-Empieza la fase II.
-Hay quien defiende que se trata de un medicamento muy prometedor cuyos resultados serán presentados en un congreso de Chigago...
-Esto es habitual con nuevos medicamentos que se están investigando. Lo que a nadie se le ocurre es venderlo antes de terminar todo un proceso que está muy pautado y que, por lo que parece, en este caso se ha violado de manera sistemática."La mayoría del dinero con el que becamos la investigación
procede de las cuotas
de nuestros socios"
-¿Qué podría haber llevado a los dos catedráticos a actuar de esta manera?
-No lo sé, no me puedo poner en su cabeza. A lo mejor pensaban que con su hallazgo se iban a colocar en la primera línea de la investigación oncológica mundial. Lo que ha ocurrido aquí es una incógnita.
-¿Qué opina de la comercialización de Oleate Plus y DHALifort como complementos nutricionales para combatir el cáncer y el Alzheimer?
-Que todo el proceso está lleno de irregularidades.
-La ejecutiva nacional de la AECC ha centralizado en usted las explicaciones sobre este caso. ¿Ha tenido mucha repercusión nacional este asunto?
-Sí. Ten en cuenta que hay 54 juntas provinciales y muchos de sus presidentes me han preguntado qué estaba pasando.
-¿Recuerda alguna reacción en particular?
-Sí. Un colega que trabaja en la Universidad, al enterarse de que en la UIB solo habían suspendido cautelarmente de la docencia a los dos catedráticos implicados, me ha preguntado cómo se atrevían a entrar en el campus después de todo lo ocurrido, que con qué cara entraban Escribá y Busquets en la Universitat.
-¿Qué solución propone para que esto no vuelva a pasar?
-Establecer mecanismos de control de calidad lo más sinérgicos posibles en los que participen el Govern, la UIB y los colegios profesionales para garantizar la calidad de los procedimientos. Conseguiremos así ser más eficaces y usar mejor los recursos para la investigación. Porque una Comunidad Autónoma que no investiga o no lo hace con calidad, se cierra las puertas del futuro.
