La prueba cicloturística Mallorca 312 fue menos conflictiva de lo esperado para los residentes y automovilistas de los 30 municipios por donde pasó. A diferencia del pasado año, donde gran parte de las carreteras de la isla quedaron colapsadas de vehículos que no podían circular por la carrera, ayer discurrió con mucha más fluidez y no se produjeron retenciones de tantas horas ni tantos kilómetros como en 2016. Los lugares más afectados fueron Sóller y Deià entre las 9:00 horas y las 11:00 horas.

Escarmentados de lo ocurrido el pasado año, en esta edición la organización cumplió a rajatabla con lo encomendado por el Consell de Mallorca: se cumplieron los horarios de forma estricta y cualquier ciclista que llegara fuera de tiempo quedaba fuera de carrera y se abría al tráfico. Ello permitió que la Guardia Civil abriera la circulación de vehículos de forma gradual y no se llegaran a producir grandes colas.

En las localidades de la Serra de Tramuntana, como son Sóller y Fornalutx y Deià fue donde se produjeron las más importantes retenciones durante la mañana de ayer. Hay que tener en cuenta que se tuvieron que cortar más de 15 carreteras en una treintena de municipios. En Sóller y Deià las colas de vehículos retenidos en la calzada, a consecuencia del paso de los cicloturistas, llegó a los tres kilómetros. Especialmente conflictivo fue cuando los participantes en la prueba cruzaron el casco urbano Sóller dejando muchos vehículos paralizados en la carretera. Conductores molestos y protestas vecinales fueron la nota predominante durante las primeras horas de la mañana a causa de una prueba que reunió la escalofriante cifra de 6.500 cicloturistas llegados de toda Europa.

La Guardia Civil, con el objetivo de reducir las retenciones, dejó pasar vehículos en momentos puntuales cuando no circulaban ciclistas y ello permitió descongestionar las colas de vehículos en las carreteras. En la Serra los ciclistas llegaron sobre las 9:00 horas de la mañana y una hora y media después se abrió el tráfico de las principales carreteras de forma definitiva.

Las horas de mayores retenciones coincidió junto en el momento en que algunos conductores se dirigían a sus puestos de trabajo y a causa de los cortes de carretera llegaron tarde. De igual modo, algunos turistas se quejaron de que a consecuencia de las retenciones de tráfico perdieron el avión de regreso a sus países de origen.

En Valldemossa, donde el pasado año se produjo un auténtico colapso, los atascos no superaron los 10 minutos, según el alcalde Nadal Torres. Las aperturas puntuales del tráfico cuando no circulaban ciclistas permitieron descongestionar las colas. El primer edil valldemossí reclamó que para el año que viene se habilite un carril para los ciclistas y otro para los automovilistas.

Eso precisamente fue lo que organizó la Policía Local de Andratx cuando los ciclistas cruzaron la localidad. Fuentes policiales apuntaron que esta solución evitó el colapso de tráfico provocado el pasado año por la Mallorca 312.

Por otra parte, el vuelco de un camión en la carretera de Sóller, a la altura de Son Sardina, provocó que se tuviera que desviar el tráfico por carreteras alternativas. Ello, en gran parte, también ayudó a que las red viaria de la Serra no estuvieran tan colapsadas. A raíz de este accidente, y que la carretera de Valldemossa estaba cortada por la Mallorca 312, se produjeron a primeras horas de la mañana retenciones de unas dos horas en Palma.