Begoña Sáenz se aferró al Oleate Plus cuando la quimioterapia que estaba recibiendo su marido se reveló insuficiente para atajar la progresión del cáncer pulmonar que padecía. Ahora, apenas cuatro meses después del fallecimiento de su ser querido, no ha dudado en denunciar a la persona que le hizo albergar esperanzas con un complemento nutricional que se demostró absolutamente ineficaz.

La existencia plenamente normalizada de Begoña Sáenz y Pedro ('Kepa') Pérez en Mallorca se malogró a finales de enero de 2016 cuando al segundo le diagnosticaron un tumor en el pulmón. "En esos momentos estábamos viviendo en Porreres y mi marido fue atendido en el servicio de Oncología del hospital comarcal de Manacor", inicia su relato Begoña.

"Le dieron quimioterapia y fueron pasando los meses. En septiempre pasado le cambiaron el tratamiento porque al parecer el inicial no le iba bien y en el mes de noviembre nos dicen que ya no hay terapia para combatir su enfermedad", recuerda.

En esos momentos, la suegra de Begoña, desde San Sebastián, les dice que la hija de una amiga suya con cáncer lleva años tomando un compuesto nutricional llamado Oleate Plus que, al parecer, en su caso, ha conseguido que su tumor no creciera, no fuera a más. "Kepa se estuvo informado por internet sobre este complemento y siempre albergó dudas sobre él", recapacita ahora Begoña, que recuerda que su marido era psicólogo de formación y no compraba todo lo que le quisieran vender.

¿Se mostró esperanzado ante una nueva opción que podría mejorar su estado de salud? "No y sí... Cuando te dicen que te vas a morir te agarras a cualquier cosa", admite ahora Begoña, que revela que fue ella la que se puso en contacto con el catedrático Pablo Escribá porque su marido se quedó afónico y apenas podía hablar porque el tumor le presionaba una cuerda vocal.

A la pregunta de si habló personalmente en alguna ocasión con el catedrático detenido, Begoña responde que no, que su comunicación transcurrió exclusivamente a través de los correos electrónicos.

"Es mucho dinero"

"Me dio la posibilidad de adquirir el complemento por internet o a través de una farmacia de Palma. Y como vivíamos en Porreres, me resultaba más rápido desplazarme hasta Palma que esperar que me llegara el envío por correo", recuerda la mujer. "Mi marido era reacio a comprarlo. Es mucho dinero, me decía. A lo que yo le contestaba: Si te va a dar calidad de vida, está bien empleado". Pero no fue bien.

Pese a que admite que la ingesta de este complemento nutricional no consiguió ninguna mejoría en el estado de salud de su marido, Begoña revela que cuando finalmente falleció, el pasado 19 de diciembre, ella se había hecho con una pequeña reserva de Oleate Plus.

"Como llegaban las fiestas de Navidad compré cuatro o cinco botes para tener por si acaso, porque un bote apenas le llegaba para un día y medio. Afortunadamente, pudo devolverlos en la farmacia donde los había adquirido, en Vía Sindicato, que accedió a reintegrarme los cientos de euros que había pagado por ellos", se consuela.

Para lo que no tiene consuelo sin embargo es para el engaño que siente haber sufrido por parte de un catedrático de Universidad pagado con los impuestos de todos. Al leer en DIARIO de MALLORCA la noticia de su detención por presuntamente vender falsos medicamentos a enfermos terminales el pasado miércoles 12 de abril, Begoña no lo dudó ni un instante y el pasado Jueves Santo, nunca lo olvidará, se desplazó hasta la comisaría de Manacor para interponer la correspondiente denuncia.

"No me devolverá a mi marido ni los entre seiscientos y mil euros que pagué por los botes de Oleate Plus, pero al menos espero que sirva para que esta gente deje de engañar a personas que se encuentran a punto de morir y se agarran a cualquier cosa. Y que paguen por ello, porque no puedo olvidar que se trata de catedráticos universitarios que cobran del Estado", concluye Begoña no sin antes revelar que ha recomendado a su suegra que se ponga en contacto con la hija de su amiga en San Sebastián y le anime a denunciar también a estas personas.