En la Mallorca de la saturación del sol y playa la única cifra de vehículos que se reduce es la de tractores. El campo se muere mientras la isla se ahuma, con un parque de turismos, autobuses, camiones y motocicletas cada vez más poblado: la isla tiene ya censados 741.698 vehículos, a los que habría que sumar la ingente flota no registrada de las empresas de rent a car. Y no son precisamente pocos tubos de escape a añadir: años de crisis en destinos competidores del norte de África y Turquía han hecho de Mallorca el refugio predilecto de las multinacionales del alquiler de vehículos, que ya han empezado a cubrir las carreteras con los coches que mandan desde la península.

Cada año son más: las estimaciones del Govern apuntan a que hay hasta 70.000 coches que operan en verano en la isla pese a no estar registrados en ella. Prefieren los impuestos de circulación baratos de pueblos de la península, convertidos solo en base ficticia de una actividad que luego les llena los bolsillos en Mallorca. El resultado es que por las carreteras mallorquinas acelerarán este verano cerca de 850.000 coches, autobuses y motos. Un tubo de escape por habitante, que ya es decir. Y subiendo: si solo se observa la cifra de vehículos censados en la isla (olvidemos por un momento los rent a car no registrados), en los últimos tres años la flota ha crecido en 44.000 vehículos, a razón de 15.000 más cada año.

Así es más fácil comprender el atasco frecuente de Mallorca. Si se mira a principios del siglo, el salto es dramático: se ha pasado de 547.108 coches en el año 2000 a los 741.598 de 2016, es decir, 194.000 vehículos más, un 35% de incremento que por si solo explicaría el agobio de tráfico en las zonas más pobladas. El exceso se apuntala con el rent a car, claro, que según cifras del sector ha triplicado en lo que va de siglo su volumen de vehículos, como consecuencia del desembarco de las grandes multinacionales del alquiler de coches.

Son tantas que solo junto al aeropuerto hay al menos 16 con grandes aparcamientos propios para cientos de coches. La última empresa en llegar a la zona ha sido Dollar, que compite en Son Sant Joan con gigantes nacionales y multinacionales como Alamo, Avis, Budget, Centauro, Drivalia, Enterprise, Europcar, GoldCar, Hertz, Hiper Rent a Car, InterRent, Ok Rent a Car, Record, Sixt y Thrifty. Entre el parque local y el llegado de fuera, Mallorca ha disparado su cifra de vehículos en lo que va de siglo en más de 200.000 coches, y se acerca inexorablemente a la cifra de un millón de automóviles. Al ritmo de avance actual, el millón de vehículos será una realidad en el año 2022, que está a la vuelta de la esquina.

El fenómeno no es exclusivo de Mallorca: afecta a toda Balears, con Ibiza como zona cero de la concentración de humos. Y no piensen solo en coches: la mayoría del crecimiento está relacionado con las motos, sobre todo en la islas más pequeñas. El salto da vértigo: mientras Mallorca ha duplicado en lo que va de siglo su número de motos (que ha pasado de 46.316 en el 2000 a 88.889 en la actualidad), Ibiza la triplicaba (en la Pitiusa mayor conviven ya con 23.706 motos, cuando a principio del siglo eran solo 8.916). Y lo mismo le pasa a Formentera, que duplica la cifra de motos, en una estadística muy engañosa en su caso: falta por sumar el registro de ciclomotores (no detallado), el vehículo de dos ruedas más utilizado en la pequeña isla-paraíso.

Con todo, Balears suma ya 968.725 vehículos sin contar los rent a car, con lo que las islas superan ampliamente el millón de tubos de escape durante la temporada turística, que en Mallorca ya ha comenzado. De ahí las presiones ecologistas para que se apueste por más restricciones de acceso a zonas sensibles. De ahí las decisiones de algunos ayuntamientos como Valldemossa, Deià o Manacor de limitar el tráfico en algunas áreas. Y de ahí el proyecto del Govern para implantar una nueva ecotasa para los rent a car, que de momento está solo en estudio, pero si sale adelante gravaría más a las flotas más grandes: el que contamina y satura más, paga más. O esa es la teoría aún no aplicada.