En diciembre de 2012, la empresa Lipopharma usó su cuenta de Twitter para dejar dos cosas claras.

Primera aclaración: " #Minerval NO es un medicamento/fármaco contra el cáncer y NO está autorizado para su uso en humanos en ninguna patología". Segunda aclaración: "NO es un medicamento / fármaco contra el cáncer y NO está autorizado para su uso en humanos en ninguna patología".

Estos tuits se hicieron el mismo año en que una campaña popular #vaportiNacho logró hacerse viral y acabó convirtiéndose en un emblema de la lucha contra los tumores cerebrales (glioma).

Todo empezó el verano de 2012 cuando se puso en marcha esta campaña popular para lograr que Bruce Springsteen dedicara una canción de su concierto de Barcelona de ese año a Nacho Hurtado, un joven mallorquín con un tumor cerebral. El Boss cumplió y le dedicó The River, pero desafortunadamente Nacho falleció antes.

La Fundación Marathon Glioma -que según la investigación de la Policía Nacional se utilizaba para recoger los supuestos donativos que servían para camuflar los pagos por el falso medicamento- comenzó a utilizar esa etiqueta en Twitter para difundir distintas actividades de captación de fondos para combatir el glioma, el Alzheimer y las lesiones medulares.

En el comunicado remitido ayer por la Policía Nacional se detalló que los profesores universitarios realizaron campañas publicitarias y distintas acciones en redes sociales con "hashtags que lograron viralizar con la finalidad de recaudar fondos para la investigación y publicitar la venta" de su "milagroso producto", acción que les fue recriminada por la dirección general de Farmacia y que fue rectificada.

Visita real

La reina emérita, doña Sofía, visitó en agosto 2014 el laboratorio de Biología Molecular y Celular de la Universitat en el que se trabajaba en un compuesto para curar un tipo de cáncer.

La visita a las dependencias en las que investigaban Pablo Escribá y Xavier Busquets, los profesores detenidos la semana pasada y a los que se les imputa un delito continuado de estafa agravada, se realizó a petición de la reina y de forma privada. Los medios de comunicación no pudieron asistir y la Universitat remitió posteriormente las fotos y emitió un comunicado.

En esa nota oficial, se informaba de que fueron Escribá y Busquets los encargados de hacer de cicerone a su majestad, explicándole las investigaciones y los "modelos experimentales" que se realizan desde este grupo de investigación sobre el Alzheimer y otras enfermedades neuro-degenerativas.

Fueron muchos los que quisieron creer y se asombraron ante los logros de los que hablaba Escribá y de las posibilidades futuras que auguraba a sus moléculas artificiales. Además de los enfermos que llamaron a su puerta y desembolsaron miles de euros para lograr una supuesta cura, entidades de renombre le dieron su apoyo e incluso financiación, como la Asociación Española contra el Cáncer en Balears (AECC).

La asociación concedió dos ayudas de investigación (por valor de 5.000 y 180.000 euros) a proyectos de este grupo de Biología Molecular y Celular. El segundo proyecto financiado aún está en desarrollo y la AECC lo revisará y estudiará su cancelación. La asociación de referencia en la lucha contra el cáncer lamentó "profundamente" el daño ocasionado a los enfermos y sus familiares y se puso a disposición de los afectados para asesorarles.

El Defensor del Paciente manifestó estar "horrorizado" por la venta de fármacos para el cáncer sin homologar y defendió que esto se debe a "una falta de control y de inspecciones". "Cuesta creer que esto no se conociera por nadie de la administración, ya que no estamos hablando de presuntos delincuentes sino de una orquestada trama para ganar dinero a sabiendas de que lo que vendían no estaba reconocido ni homologado", apuntó.