En plena Semana Santa, la izquierda balear que comanda en las principales instituciones de las islas está viviendo un auténtico Via Crucis. Se creía que tras el nombramiento de Fanny Tur como nueva consellera de Cultura; el paso del área de Transparencia al PSOE; y las explicaciones en sede parlamentaria del vicepresidente Biel Barceló, la profunda crisis de Govern que han desatado los contratos al estratega electoral de Més, Jaume Garau, habría acabado. No obstante, la crisis del Ejecutivo se trasladó de repente al Pacto. El miércoles los de Més y Podemos se asestaron varias puñaladas en público sin precedentes entre socios.

En plena comparecencia parlamentaria de Biel Barceló, el líder de Podemos lanzó una pregunta que irritó de forma especial a Més. Alberto Jarabo preguntó si Jaume Garau había realizado donaciones al partido. Acto seguido consideró que las responsabilidades asumidas por los nacionalistas por las adjudicaciones públicas a su jefe de campaña no eran suficientes. Por si esto fuera poco, al acabar la comparecencia el podemista aseguró en los pasillos del Parlament que Barceló "se tiene que ir".

Encontronazo Abril-Jarabo

Todas estas situaciones alteraron al portavoz de Més, David Abril, que visiblemente contrariado, tensionado y con el rostro enrojecido por lo que acaba de escuchar le lanzó una carga de profundidad a su 'amigo' Jarabo. Le preguntó qué hacía todavía en el Pacto y a continuación le asestó la puñalada a la altura de la yugular. Le dijo que Més se había fiado de él sobre los contratos de su anterior empresa audivisual con IB3IB3. La guerra está servida entre dos partidos que hace solo unos meses concurrieron juntos a unas elecciones generales y ahora se clavan el estoque.

Pero la semana de pasión no terminó el miércoles. Ayer jueves continuaron los zarpazos entre Podemos y Més; entretanto, a Francina Armengol no le quedará otro remedio que hacer de árbitro si quiere evitar que la sangre llegue al río en forma de rotura del Pacto de izquierdas. Mientras Alberto Jarabo aseguraba que "no son tan importantes las personas como los acuerdos", justificando así su petición de dimisión de Barceló, Fina Santiago, consellera de Servicios Sociales e integrante de Més, calificaba de "irresponsable e inútil" la actitud de Podemos.

En el seno de la coalición ecosoberanista existe mucha indignación por el acoso y derribo de Podemos contra su líder. Es más, se sabe que a los podemitas, tanto la presidenta Armengol como desde Més, les pidieron moderación y comprensión. Sin embargo, los morados creyeron que la crisis de los contratos con Garau cogía dimensiones demasiado grandes para estar callados. A la presidenta Armengol no le bastarán unas simples tiritas para curar las heridas que se han provocado sus dos socios de Pacto.

El conflicto interno en Més

Biel Barceló, además de hacer frente a los ataques externos, como los de Podemos, también debe lidiar una guerra civil interna que cada vez se agrava más en el partido econacionalista. Por ello, el vicepresidente, tras su tensa comparecencia parlamentaria, vio a la diputada y coordinadora Bel Busquets y se derrumbó.

Los sectores con mayor pedigrí del PSM dentro de Més no perdonan a Biel Barceló su apertura acogiendo Iniciativa Verds que comandaban David Abril y Fina Santiago. Incluso le han llegado a acusar de darles un excesivo poder en discriminación del PSM que representa el 80% de la coalición. Por este motivo, se apunta que tanto Santiago como Abril, que fueron los que se plantaron exigiendo que se asumieran responsabilidades políticas por el escándalo con Garau, han sido arrinconados. El estallido de la crisis provocó que Abril y Santiago desaparecieran del equipo negociador con el PSOE.

Asimismo, hay quien le critica que fichara muchos cargos independientes y dejara fuera gente de PSM de toda la vida en la conselleria de Turismo.