El radar de la Guardia Civil frustró ayer la esperanza de un grupo de inmigrantes, seguramente de origen argelino, que pretendía iniciar una nueva vida en España. El aparato electrónico, situado en la costa, localizó la pasada madrugada a una pequeña embarcación de cuatro metros que estaba navegando en aguas próximas al sur de la isla de Cabrera y parecía que se dirigía rumbo a Mallorca. Si bien no se pudo determinar en ese momento el número de ocupantes, las sospechas apuntaban a que podría tratarse de una patera que transportaba inmigrantes. Estas sospechas fueron posteriormente confirmadas, una vez localizada la embarcación.

La localización de esta embarcación se situó poco después de la pasada medianoche. La Guardia Civil movilizó a una embarcación de su Servicio Marítimo, que se dirigió directamente hacia la zona donde se había localizado la barca. Los agentes comprobaron que, en efecto, se trataba de una patera. Los inmigrantes, aparentemente, se encontraban en buen estado. La embarcación fue remolcada hasta el Club Náutico de sa Ràpita.

Además del Servicio Marítimo, también se movilizó a las patrullas de la Guardia Civil, los servicios sanitarios, la Policía Local y la Cruz Roja. La prioridad era atender inmediatamente a estos extranjeros, ante la posibilidad de que alguno sufriera algún tipo de indisposición. De hecho, los servicios sanitarios llegaron a movilizar hasta tres ambulancias.

Una vez que llegaron a puerto se comprobó que, de las catorce personas que iban a bordo de esta pequeña embarcación, nueve de sus ocupantes eran menores de edad.

Los servicios sanitarios únicamente tuvieron que atender a uno de los ocupantes de la patera, que presentaba síntomas de hipotermia. Su situación, en ningún caso, era grave, pues únicamente fue necesaria una atención en el lugar, descartando su traslado a un centro hospitalario.

Trámites de devolución

Los 14 extranjeros fueron trasladados hasta la Comandancia de la Guardia Civil, desde donde se iniciaron los trámites administrativos para devolver a estas personas a su lugar de origen. Aunque estos inmigrantes no suelen llevar documentos de identidad y se niegan a señalar su lugar de procedencia, fuentes de la Guardia Civil señalaron ayer que, con casi toda seguridad, se trata de personas de nacionalidad nigeriana. De hecho, como se ha comprobado varias veces, estas embarcaciones que pretenden llegar hasta Mallorca suelen zarpar del puerto de Dellys, en Argelia.

Fuentes de la Delegación del Gobierno señalaron ayer que los cinco extranjeros adultos pasarán a disposición de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía, que tramitará el expediente de devolución. Está previsto que en un plazo de 72 horas estas personas sean trasladadas a un centro de Internamiento de Extranjeros de la Península. Este traslado, en cualquier caso, debe ser previamente autorizado por el juez, por lo que los inmigrantes serán trasladados antes al juzgado de guardia.

La Delegación del Gobierno confirmó también que se trata de la tercera patera que este año llega a Mallorca. Las dos anteriores se localizaron en Cala Beltrán y en Cala Pi. El año pasado llegaron tres pateras a la isla.