­Cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual es la condena que reclama la acusación particular contra el que fuera rector de la iglesia de la localidad de Selva. Una acusación que representa a una menor que en el momento de los hechos, ocurridos hace dos años en la localidad de Calonge, contaba con doce años de edad. La fiscalía, por su parte, también ha presentado cargos contra el religioso, al que imputa el mismo delito, si bien únicamente reclama tres años de prisión por este delito sexual.

El sacerdote Antoni Cano está apartado en estos momentos de la función eclesiástica, ante las graves acusaciones que pesan sobre él. El religioso tendrá que defenderse de una denuncia que sostiene que en el mes de febrero de 2015, estando en su casa de Santanyí con una niña de doce años de edad, estuvo sometiendo a la menor a tocamientos. Esta situación se produjo porque la menor tenía miedo de dormir sola y el sacerdote la invitó a que fuera a su cama. Así, según declara probado la acusación, Cano, "para satisfacer sus deseos sexuales", empezó a realizarle tocamientos a la menor. Primero empezó a tocarle el abdomen, pero más tarde fue bajando su mano hasta la cadera, hasta alcanzarle la ingle.

La menor reaccionó propinándole un codazo al sacerdote para que dejara de tocarla. Sin embargo, según el relato de la acusación,el religioso volvió a intentarlo, hasta que la víctima volvió a propinarle otro codazo.

El padre, también

Se da la circunstancia que el padre de esta menor, afirma que también fue víctima de un abuso sexual cometido por el mismo sacerdote. El padre, en ese momento, era monaguillo de la iglesia de Selva. Los hechos habrían ocurrido hace más de 30 años. Este hombre, ya adulto, afirma que estos abusos se desarrollaron durante mucho tiempo, a partir del momento que cumplió los nueve años.

El caso del exrector de la iglesia de Selva se está instruyendo en el juzgado de Manacor. Una vez presentados los dos escritos de acusación, el juzgado tiene previsto dictar un auto de apertura de juicio oral. Ello obligara al religioso a sentarse en el banquillo para defenderse de los graves hechos que le imputa ambas acusaciones. De momento no hay fecha fijada para que se celebre el juicio.