Los contratos a dedo desde conselleries en manos de Més al jefe de campaña del partido, Jaume Garau, protagonizaron ayer el pleno del Parlament en el que tanto la presidenta Francina Armengol como los dos consellers en el punto de mira, Biel Barceló y Vicenç Vidal, tuvieron que hacer frente a la ofensiva de la oposición, en especial del PP. La jefa del Ejecutivo defendió el "elevado nivel ético" de su Govern con la asunción de responsabilidades por parte de la hasta el viernes consellera de Transparencia, Ruth Mateu, aunque evitó en todo momento defender a Barceló y Vidal.

Armengol recibió la noticia de la apertura de diligencias por parte de Fiscalía mientras se sometía a las preguntas de control al Govern. La portavoz popular, Marga Prohens, preguntó de inmediato a la jefa del Ejecutivo, a la que emplazó a adoptar "todas las decisiones que no ha tomado hasta ahora", en referencia a la petición del PP de que dimitan Barceló y Vidal. La presidenta replicó que Fiscalía "tendrá la colaboración inmediata" del Ejecutivo, algo que "nunca ocurrió con el PP" con los casos de corrupción protagonizados por miembros de este partido.

La respuesta provocó un tenso cara a cara entre Armengol y Prohens, quien acusó a la jefa del Ejecutivo de salir "siempre" de las crisis "poniendo el ventilador, mintiendo a la desesperada y, en este caso, haciendo pagar los platos rotos a la sucursal menorquina de Més". La portavoz popular sostuvo que las adjudicaciones de contratos a dedo a Garau son "una trama", pero no de un partido sino "del Govern", es decir, de la propia Armengol dado que es "la que pone y quita" consellers. "El Pacto de la conga ha pasado a ser el Pacto del Titanic, que se hunde mientras Biel Barceló sigue bailando", concluyó Prohens.

Corrupción

Armengol replicó con contundencia a la portavoz popular, pero evitando una defensa pública a los dos consellers cuestionados. "No permitiré que nos lleve al fango del PP" dijo la presidenta a Prohens recordando los casos de corrupción de este partido y su negativa a comparecer para explicar la financiación irregular de los populares y emplazando a Biel Company, actual líder del partido, a dar las explicaciones que no ha querido ofrecer su predecesor, Miquel Vidal, en el Parlament.

El desvío de la atención a los casos del PP fue el recurso utilizado por Armengol, Barceló y Vidal en todas las preguntas sobre los contratos a Garau. La presidenta insistió en que el Govern ha actuado de acuerdo al "elevado código ético" que tiene, con la dimisión el viernes de la consellera de Transparencia, el estudio por parte de Hacienda de los contratos y el análisis de la Comisión Ética del Govern, además de la petición de comparecencia de Barceló y Vidal.

En respuesta a Jaume Font, de El Pi, Armengol aseguró que el Govern mantiene "una mayoría parlamentaria de izquierdas" y seguirá "hasta el final" su hoja de ruta. "Seguiremos poniendo el listón por la transparencia y la ética en el elevado nivel en el que lo hemos colocado, nunca antes visto, y la remodelación del Govern irá en esta línea", dijo la presidenta.

Antes, Barceló y Vidal habían contestado a preguntas de la oposición negando haber cometido ninguna irregularidad y disparando contra el PP por su extenso historial de casos de corrupción. "Este conseller que les habla, Biel Barceló, no ha tocado nunca un euro público", replicó Barceló al popular Antoni Gómez, quien le pidió la dimisión y sostuvo que hubo "instrucciones para pagar con dinero público la campaña electoral de Més". Barceló acusó a Gómez de "mentir" con sus afirmaciones y reiteró que en algunos de estos contratos hubo "errores", por los que el viernes dimitió Mateu.

Miquel Àngel Jerez (PP), pidió explicaciones a Vidal, quien fue el que más recurrió al recuerdo de los casos protagonizados por los populares. "Desde su bancada (del PP) algunos se iban al Rasputín de putas y nadie lo sabía, por lo tanto no me den ninguna lección", dijo Vidal a Jerez entre abucheos del PP.