Con las explicaciones de Biel Barceló el martes en el Parlament, el Govern daba la crisis por cerrada. La contraportada de Diario de Mallorca el pasado domingo, titulada Biel Barceló da 56.000 euros a dedo a su jefe de campaña, provocó nervios en el Ejecutivo y en el propio seno de Més. Justificando que se había optado por ese procedimiento por una cuestión de tiempos, el Govern se disponía a pasar página de este capítulo.

Sin embargo, apenas 24 horas después, el miércoles, el argumento de Barceló quedó por los suelos. Este diario destapó que se adjudicaron al estratega de Més otros cuatro contratos a dedo por parte de conselleries gestionadas por los econacionalistas y otro por la concejalía de Urbanismo de Cort, también en manos del econacionalista Antoni Noguera. La información ahondaba en la crisis y desataba una tormenta política.

Los contratos que generaban más dudas eran los de la consellera de Transparencia, Ruth Mateu. Sobre ella empezó a ponerse el foco y ese mismo día en un chat interno de su partido trató de desentenderse al asegurar que no podía "controlar todos los contratos menores" de su área, como publicó el jueves este diario.

Mientras en el PP se bautizó el escándalo como "la trama de Més", el Govern convocó gabinete de crisis y ordenó una auditoría interna y la comparecencia de la consellera Mateu en el Parlament.

Golpe definitivo y destitución

El golpe definitivo llegó ayer. Diario de Mallorca informó de que la consellera de Cultura y Transparencia fraccionó un contrato para poder otorgarlo a dedo a Garau y que ni éste ni el otro trabajo encargados a su estratega fueron publicados en el portal de Transparencia del Ejecutivo.

La portada fue la gota que colmó el vaso ayer tanto en el Govern como en Més. A primera hora de la mañana se tomó la decisión de que alguien debía caer. La víctima política, Ruth Mateu. La primera.