Josep Lliteras, el presunto cerebro de la trama para captar votos a favor de UM financiada con fondos públicos, no acepta las condiciones que le impone la fiscalía para alcanzar un pacto. El que fuera director del área de relaciones institucionales del Consell de Mallorca, cargo

La fiscalía Anticorrupción, que inicialmente reclama una condena de ocho años de cárcel para Lliteras, ha ofrecido al exalto cargo de UM que esta pena quede reducida a dos años de prisión. Aunque existiría la posibilidad de que la condena quedara suspendida, los fiscales no aceptan de ninguna forma que no ingrese en la cárcel.

El tribunal de la Audiencia había convocado ayer una vista previa para confirmar si las ocho personas implicadas en esta trama alcanzaban o no un acuerdo con la fiscalía. Siete de ellos están conformes en aceptar las condiciones que impone el fiscal, que ofrece cambiar las penas de cárcel por multas económicas. Por tanto, el juicio se celebrará únicamente para Lliteras, que prefiere que sea el tribunal el que se pronuncie si merece o no ir a la cárcel por su nivel de responsabilidad en esta trama de captación de votos. El exalto cargo de UM ha consignado en el juzgado la cantidad de 20.000 euros en concepto de reparación del daño, para asegurarse de esta forma que se aplique una atenuante. La entrega de este dinero es interpretada por la acusación como que Lliteras tiene intención de asumir su responsabilidad, con independencia de que luche para no ingresar en prisión.

El juicio, en julio

Al no llegar a un acuerdo todos los acusados con la fiscalía, el tribunal ha fijado que el juicio se celebrará entre los días 11 y 18 de julio. Los siete acusados que han pactado tendrán que sentarse en el banquillo y anunciar que reconocen los hechos y aceptan la pena que solicita la acusación. Lliteras es el único que tiene intención de defenderse, aunque sabe que si rechaza el pacto la fiscalía no va a respetar el ofrecimiento que le ha hecho ahora para que se confiese culpable y se evite la celebración del juicio.

Lliteras no es el único alto cargo del Consell implicado en esta trama. También están acusados la que fuera jefa de programas del departamento de relaciones institucionales, Coloma Munar y la antigua secretaria general técnica de Vicepresidencia, Eugenia Cañellas. Ambas serán declaradas culpables, si bien no ingresarán en la cárcel, pues la pena se sustituirá por una multa.

En el juicio la fiscalía intentará demostrar que Unió Mallorquina creó una red de captación de votos, que supuso una inversión de casi 240.000 euros de fondos públicos procedentes de las arcas del Consell. Una red que permitió a UM aumentar su caudal de votos en las elecciones del año 2007, que fue clave para que el partido lograra controlar numerosas instituciones públicas. Los dirigentes políticos entraron en contacto con algunos responsables de casas regionales o asociaciones de inmigrantes. El Consell premiaba a estas personas para que con dinero público financiaran las tareas de difusión del programa de UM a través de la financiación y organización de eventos que organizaban estos grupos.

Entre los acusados figuran cuatro personas que en ese momento dirigían estas entidades de inmigrantes sudamericanos. La institución insular les facilitó el pago de fondos públicos por trabajos que nunca se llegaron a realizar. La labor que desempeñaban estas personas fue un trabajo de captación de apoyos electorales para el partido Unió Mallorquina.

Concurso de belleza

Entre los eventos que se pagaron con estos fondos públicos, según refiere el escrito de acusación de la fiscalía, figura la organización de un concurso de belleza para nombrar a la miss Balears Argentina. También se financiaron encuentros sobre la familia, fiestas de asociaciones culturales u otro tipo de encuentros.

Uno de los acusados fue el presidente de la federación argentina de Mallorca, quien cobró parte de su trabajo a través de compras en un supermercado, que se abonaron a través de una tarjeta de crédito que le entregó Lliteras. Para camuflar los pagos, se emitieron numerosas facturas falsas.