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Opinión

Las dádivas de los incorruptibles

Més ha utilizado dinero público para premiar a su jefe de campaña con seis contratos a dedo. La reiteración de las adjudicaciones nos sitúa...

Més ha utilizado dinero público para premiar a su jefe de campaña con seis contratos a dedo. La reiteración de las adjudicaciones nos sitúa ante una acción perfectamente coordinada, así como la similitud de las cantidades que el beneficiado recibió de las conselleries de Turismo, Cultura, Agricultura y el Ayuntamiento de Palma. La temática de los trabajos encargados, unos perfectamente realizables por los funcionarios de cada departamento, otros sobre asuntos de los que ya existen datos contrastados y los últimos completamente banales y prescindibles, nos señalan de una forma nítida que el objetivo de Més era más la dádiva que interés público. Sorprende, además, que Jaume Garau pudiera realizar a la vez labores de asesoría sobre empresas, turismo, actividades culturales, desarrollo rural y música clásica. Definitivamente no era posible que tamaño talento renacentista siguiera pasando desapercibido. Pero veamos algunos ejemplos de las adjudicaciones que recibió: Ruth Mateu, consellera de Cultura y Transparencia encargó a dedo al Leonardo mallorquín un estudio sobre el tipo de público de la Orquestra Simfònica de Balears al módico precio de 21.500 euros. Si antes hubiera preguntado a cualquier funcionario de la formación musical le habría despejado la incógnita ofreciéndole además el nombre y los dos apellidos de cada uno de los espectadores, los fieles abonados que cada año pagan religiosamente por disfrutar su afición. Por menos han desfilado políticos ante los jueces durante los años del aluvión de casos de corrupción. Las adjudicaciones de Més se parecen demasiado al caso Over Marketing, sin el dinero negro del PP, en la escala diminuta de la formación nacionalista, pero con la misma intención de desviarse del interés público. No han pasado dos años todavía de la llegada del partido nacionalista al poder.

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