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Final de la vida

Quitándole hierro a la muerte

Una quincena de personas se reúne en Palma para reflexionar sin tabúes sobre el final de la vida

Un momento de la tertulia ´Death Café´ celebrada ayer en el Col·legi d´Infermeria. m. mielniezuk

Desestigmatizar la muerte y aceptarla. Con este arduo objetivo se reunió ayer por primera vez en Palma el Death Café, un grupo de discusión sobre la extinción de la vida. "Todos vamos a morir". "Nacer es empezar a morir". Puesta sobre la mesa esta desoladora realidad, ya solo quedaba detallar los métodos para afrontarla.

El Col·legi Oficial d´Infermeria de les Illes Balears (Coiba) de Palma fue el escenario de la insual tertulia, organizada por el Proyecto HU-CI, en la que entre café, coca y pastas un variopinto grupo, moderado por el organizador Carlos Martorell, exponía sus experiencias y sugerencias para abordar el inevitable trance, en especial en el ámbito sanitario.

La charla empezó con una buena noticia. La muerte podría ser hasta agradable. Uno de los asistentes contó su experiencia en el más allá tras sufrir un accidente y describió algo parecido a lo que nos muestran las películas. "Salí del cuerpo, me veía fuera de mi cuerpo, me sentí bien, era fantástico. Ahora es una cosa que espero tranquilamente", dijo.

Una situación en la que abundaron otras participantes, sobre casos ocurridos a familiares o a enfermos de la UCI. "Todas esas personas coinciden y no se conocen. Un paciente hasta se quejó porque los habíamos recuperado. ´Con lo bien que estaba yo´, vino a decir", se relató.

De lo paranormal se pasó a una cuestión más práctica: cómo afrontar el paso al sueño eterno. Y aquí constataron que la mentalidad ha cambiado. "Antes la gente se moría en casa, ahora cada vez da más miedo, cuando es algo natural", se apuntó. En este punto, varios miembros del Death Café coincidieron en cargar contra el "encarnizamiento terapéutico", el "se tiene que salvar a toda costa". No obstante, recordaron que a los médicos se les enseña a "luchar contra la muerte", a prolongar la vida a toda costa, a ver la muerte como un fracaso, cuando a veces es peor el remedio que la enfermedad "y hay gente pidiendo ¡por favor que esto acabe ya!". "Yo tengo miedo a convertirme en una rata de hospital", resumió su preocupación al respecto una participante.

Últimas voluntades

También salió a la palestra la necesidad de dar toda la información a un paciente terminal y sobre todo, de optimizar su tiempo. "El enfermo necesita que se le digan las cosas claras", se subrayó. Y se pidió más y mejor comunicación con la familia. "A veces el paciente no aborda el tema porque le da miedo hacer sufrir a los familiares y disimula, y los familiares disimulan también para no hacerle sufrir, cuando sería mejor aprovechar juntos sus últimos días", se resaltó. "A veces es más fácil un funeral que hablarlo a la cara", se lamentaban, al tiempo que reclamaban una mejora en el registro de Últimas Voluntades, que facilitaría mucho la labor del personal sanitario.

Otro ejemplo de que la idea de la muerte ya no es la que era lo puso el dilema de una de las allí presentes con su seguro de decesos del Ocaso. La póliza le caduca y sus hijos no quieren ni oír hablar del tema. "Se enfadan y dicen que voy a pagar cinco veces el entierro, el padre dice que es un timo". Por ello, se reclamó una mejora de la educación sobre la muerte, también en el ámbito sanitario. "Igual que se hace una preparación para un parto se debería hacer sobre la muerte", apuntaron. Para que el miedo a partir al otro barrio pase a mejor vida.

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