-¿Ha hecho bien las cuentas respecto a sus posibilidades de triunfar frente a Company?

-Decidí presentarme a las primarias por convicciones ideológicas. Creo en un PP con un mensaje institucional igual en toda España. Me preocupa cuando el PP balear se aleja de ese discurso unívoco, constitucionalista e institucionalista.

-¿Eso está ocurriendo?

-Un claro ejemplo es lo que ocurrió con la Ley de Símbolos. En Navarra, nuestros compañeros mantienen el mismo mensaje y se opusieron. Aquí, el PP balear se levantó en el Parlament para no oponerse con su voto a la derogación.

-La mayor parte del grupo popular, que confeccionó usted, y de su equipo en el Govern están con Company. ¿Se siente traicionado?

-Quienes no deberían sentirse traicionados son los afiliados ni los votantes del PP porque nuestro programa e ideario político pase a un segundo plano.

-La pregunta era si usted se siente traicionado.

-No le voy a ocultar que me he llevado alguna decepción personal. Pero nuestros votantes saben quién defiende sus compromisos y la convicción con que lo hace.

"A Company yo lo hice conseller, lo afilié, lo volví a hacer diputado... Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre él"

-La campaña de estas primarias está destacando por la guerra sucia.

-No por nuestra parte. Nuestra campaña es aséptica. Hay lo que jamás hubo mientras yo fui presidente del PP, cuando nadie pudo apreciar en ninguna elección interna el menor atisbo de duda e irregularidad. Ahora, el secretario general, el portavoz, el vicesecretario del partido y hasta la que era presidenta del congreso del partido (Marga Durán), que es ya algo inaudito y que ha tenido que dimitir por eso, se han posicionado a favor de un candidato.

-¿Ve posible que con un enfrentamiento tan duro pueda plantearse una integración tras el congreso?

-La unidad del PP está por encima de todo. De lo contrario, jamás gobernaremos. La mayor irresponsabilidad que pueda hacer el futuro presidente es no integrar a la otra candidatura para ir unidos y lograr el Govern.

-Mientras Company organizaba actos con gran presencia de afiliados, usted trabajaba para tener mayoría entre quienes votarán las ponencias, es decir, el ideario del partido.

-Los afiliados se apuntan libremente para presentar enmiendas y el presidente tendrá que defender el ideario del PP que apruebe el congreso. Yo defiendo sin ambigüedad la libertad, tolerancia cero contra la corrupción y el rechazo al menor atisbo de nacionalismo.

"El PP balear se ha alejado del discurso unívoco, constitucionalista e institucionalista"

-¿Significa eso que la candidatura de Company tiene atisbos nacionalistas?

-Cuando perdemos nuestra identidad como partido nos alejamos de ser partido mayoritario y con vocación de gobierno con mayoría absoluta. Cuando una de las bases del congreso es pactar con PSIB y Més, mostramos la falta de seguridad de ser partido mayoritario. En el momento en el que eso pase, el PP balear será residual como lo es el PSIB. Y esa posibilidad de pacto con PSIB y Més la ha dicho Company.

-¿Le gusta como ejerce el PP la labor de oposición?

-Si soy presidente del partido, la labor de oposición será responsable, constructiva, pero mucho más dura y contundente.

-¿Tiene el apoyo de los antiguos rodriguistas?

-Tenemos el apoyo de la mayoría de juntas territoriales de Palma, lo cual es una base importante. Me he reunido con todas las juntas de distrito de Palma y estoy convencido de que la mayoría de los afiliados de Palma apoyan nuestra candidatura porque así me lo transmiten cada día.

-Defíname a Company.

-Yo lo hice conseller, lo afilié, lo volví a hacer diputado... Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre él.