Las espadas jurídicas siguen en alto entre la expresidenta del Parlament Xelo Huertas y su antiguo partido Podemos, del que fue expulsada en diciembre pasado por tratar de favorecer a otro dirigente de la misma fuerza, el científico Daniel Bachiller. Ayer ambas partes rechazaron un pacto para acabar con el pleito y Podemos, a través de su abogada Aina Díaz, acusó a Huertas de tratar de convertir este caso en "un show mediático" y "atacar con insidia al diputado morado Baltasar Picornell, que la ha sustituido como presidenta del Parlament".

La juez de primera instancia número 14 de Palma, Irene Partida Barreto, celebró ayer una vista con un doble objetivo: dar pie a un arreglo entre las partes y preparar el objeto y guión del juicio, que fue fijado para el 4 de mayo próximo.

Si alguien piensa que este caso es fácil, que se vaya preparando. Primero hay que acreditar qué frases dijo Huertas en octubre del año pasado susceptibles de ser una falta disciplinaria muy grave al código ético de Podemos. Después cabe analizar si aquellas expresiones formaban parte del derecho a la crítica interna dentro de una fuerza política democrática, es decir: Si estaban amparadas por la libertad de expresión, y si la hoy diputada en el grupo mixto ha sido víctima de un trato discriminatorio frente a su antiguo compañero Baltasar Picornell, hoy presidente de la Cámara autonómica por Podemos.

Si no hay hechos contrarios al código ético no puede haber sanción y si estos son leves, la medida disciplinaria no será la expulsión.

La última cuestión que deberá dilucidar la jueza Partida es si la fuerza morada ha lesionado los derechos fundamentales de Huertas durante la tramitación del expediente disciplinario, lo que también daría lugar a la nulidad de la sanción.

Quiere volver a Podemos

Pese al abismo que separa a Huertas y a Podemos y a las acusaciones mutuas que se cruzan en este pleito, la primera quiere volver a su partido.

Huertas, a través de su abogado Francisco García Mon, acusa a Podemos de lesionar sus derechos a la libertad de expresión y la participación en la vida pública y de darle un trato diferenciado respecto a Picornell, que, según afirmó ayer el letrado madrileño, vertió frases similares a la de su representada y no le ha pasado nada, más al contrario ha sido premiado con la presidencia del Parlament.

Aina Díaz, abogada del partido demandado, no se quedó corta en las réplicas a García Mon y acusó a Xelo Huertas de "querer causar un gran daño a Podemos" con el proceso y su estrategia en el Parlament.

Díaz afirmó que la expresidenta del Parlament amenazó con no votar los presupuestos de la Comunidad Autónoma si no se aceptaba una partida para el laboratorio de Daniel Bachiller (también expulsado), lo que supuso "oponerse a la voluntad de las más de siete mil personas inscritas en Podemos de Balears".

Por estas amenazas fue expedientada y expulsada, pero según la abogada hay más cargos contra Huertas: "Desde 2015, desde antes de que se le abriera el expediente, ha votado en contra de Podemos y a favor del Partido Popular, la última vez hace unos días".

Presionar al Govern

Díaz también acusó a la demandante de presionar al Govern para que aceptara la partida destinada a Daniel Bachiller. La letrado pidió a la jueza que aceptara como testigo al periodista de Diario de Mallorca Mateu Ferrer, que informó sobre estas presiones, pero la magistrada rechazó esta prueba al entender que no forma parte del objeto del juicio.

Según Díaz, Picornell no amenazó a su partido en favor del científico y su papel en este asunto no es equiparable al de Huertas.

La abogada acusó a la demandante de "hacerle daño a Picornell con especial inquina" y porque le ha sustituido en la presidencia del Parlament.

Por otro lado, la defensa de la diputada admitió ayer como ciertos los comentarios que ésta hizo en un chat interno de la dirección de Podemos, pero cuestionó que su clienta hubiera hecho otras manifestaciones incluidas en el pliego de cargos en una reunión telemática del 31 de octubre del año pasado entre la cúpula de la fuerza morada.

Si estas afirmaciones de Huertas en ese encuentro no quedan acreditadas los cargos contra la parlamentaria perderían fuerza, según la estrategia de su defensa.

Testigos

Las partes, incluida la fiscalía, propusieron ayer a la magistrada sus testigos para el día del juicio. La mayoría fueron aceptados por la juez.