David de Juan lleva más de cinco años viviendo en Londres, nació en Palma pero el trabajo y el amor le obligaron a trasladarse a Inglaterra. Hoy, pese a vivir en la capital inglesa, curiosamente tardó más de lo normal en percatarse de lo que pasaba. "Soy director de ventas institucionales en una empresa financiera de la ´City´ de Londres y en el momento del atentado estaba reunido en una videoconferencia, cuando he salido del despacho me ha sorprendido ver todos los monitores de la oficina con las mismas imágenes", relata el mallorquín.

"Al principio todo era un poco confuso, nos hemos dado cuenta de la gravedad porque, cuando trabajas con operaciones financieras, los números empiezan a subir y bajar de forma sorprendente en los mercados. Luego todos los compañeros de la oficina hemos recibido un email. La policía metropolitana envía un comunicado a las empresas en la que explica brevemente lo ocurrido e indica una serie de advertencias para que los trabajadores las tengamos en cuenta", explica David. Son meras indicaciones del comportamiento a seguir por parte de los habitantes de la capital inglesa, como avisar a las autoridades si ven a alguien que actúe de forma sospechosa.

"Han empezado las llamadas a familiares, whatsapps y mensajes en las redes sociales, cualquier forma era buena para decirle a los nuestros que todo estaba bien", esclarecía el mallorquín. "Luego llegó la hora de irse a casa y entonces es cuando piensas que quizás los ataques nunca vienen solos. Sorprendía la gran cantidad de policías armados que había y sobre todo el gran número de helicópteros que sobrevolaban Londres". Mañana jueves David tiene una reunión a las cuatro de la tarde justo detrás del palacio de Buckingham. No sabe tan siquiera si podrán realizarla, pero como bien dice "lo principal es volver a la normalidad cuanto antes, no darles el placer de la importancia".

Maria Bestard : "Tuve algo de miedo al coger el metro"

Maria Bestard es una joven mallorquína de 26 años que trabaja en Londres en una empresa de marketing desde hace dos años y medio. Una de las primeras cosas que hizo nada más enterarse del atentado fue utilizar la nueva herramienta de Facebook con la que avisas de que estás bien en caso de desastre. Maria trabaja muy cerca de una de las estaciones de metro más concurridas de la capital inglesa, King´s Cross.

"Estaba trabajando en la oficina y al principio no le dimos mucha importancia, creíamos que era un simple atropello, pero poco a poco vimos que los medios copaban sus portadas con fotos y noticias de la tragedia y empezamos a sentir algo de miedo". La joven mallorquina relata como, tras las primeras noticias, "los compañeros empezaron a enviar mensajes a sus padres y amigos, a recibir llamadas y tranquilizar a todos los conocidos". Quizás es el ambiente que se crea por este tipo desastres pero Maria no pudo evitar pensar que quizás el atentado frente al Parlamento solo era una pequeña parte de lo que tenían previsto orquestar los agresores. "Cuando entré en el metro volviendo a casa tuve algo de miedo, noté menos gente de la habitual, pese a ser hora punta. Todo un poco enrarecido".

María Ferragut: "Al enterarme he llamado a mi marido"

"No vivo en el centro de Londres, sino en la zona dos de la ciudad (el anillo de barrios que la rodean)", explica la mallorquina Maria Ferragut su vivencia, pocas horas después del atentado acontecido en la ciudad inglesa.

"Cuando ha sucedido el ataque terrorista yo estaba recogiendo a los niños en el colegio y al enterarme rápidamente me he puestos en contacto con mi marido, que trabaja en la ´City´", explica. La ´City´ de Londres es un espacio de una milla cuadrada (2,5 km) de extensión, donde se encuentra el corazón financiero de la ciudad londinense, y donde el 30 % de los edificios han sido construidos en los últimos diez años."Por suerte él estaba bien, no le había pasado nada. Ha recibido, como otros empleados de la misma empresa donde trabaja, un correo interno en el que se le pedía que evitara dirigirse a la salida al centro turístico de la ciudad o a las estaciones de metro cerradas. Al final, ha podido regresar a casa como cada día, primero ha cogido la bicicleta y luego ha tomando el tren como cada día, cuyas líneas no habían sido clausuradas", relataba la mallorquina afincada en Londres.